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Estos son los frentes donde podría haber disidencias de las Farc

Informes de Inteligencia indican que los frentes 5, 58, 57, 32 y 34 son los más vulnerables.

10 de julio de 2016 Por: Redacción de El País

Informes de Inteligencia indican que los frentes 5, 58, 57, 32 y 34 son los más vulnerables.

Géner García Molina, más conocido como ‘John 40’ y a quien las autoridades denominan 'el Chupeta de las Farc', podría convertirse en  un imán que atraiga a otros guerrilleros que no estén  de acuerdo con lo pactado en La Habana. Lea también: Opinión: 'No todo es coca'

Así lo indican informes de Inteligencia de la Policía que apuntan a que este insurgente, que no estaría asignado en la actualidad a ningún frente del grupo armado que adelanta negociaciones con el Gobierno, lideraría algunas de las disidencias que podrían registrarse tras la firma de la paz.

 “Él tiene mucha ascendencia entre la guerrillerada, que lo escucha y gusta de su estilo descomplicado y buena vida”, sostiene un investigador que pidió mantener su nombre en reserva y que no duda en comparar sus excentricidades con las de ‘Chupeta’, el exintegrante del Cartel del Cali  preso por narcotráfico en Estados Unidos.

“Estando en la selva, utiliza lociones importadas. Además le gusta hacer fiestas y comilonas”, agrega la fuente para dejar en claro que es un  estilo de vida al que a muchos guerrilleros les gustaría acceder, pero que está lejos de lo que les espera a los miembros de las Farc una vez dejen las armas.

De lo que sí estaría cerca ‘John 40’, quien fuera encarcelado  porque al decir del propio Secretariado estaba haciendo quedar  al grupo insurgente “al nivel de bandidos narcotraficantes de poca monta”, es de las economías ilegales que confluyen en  el suroriente colombiano, donde se asienta el  autodenominado disidente Frente Primero Armando Ríos.

Es por eso que, para las autoridades, las jugosas ganancias que el narcotráfico y la minería no autorizada dejan en esa región del país constituyen la primera hipótesis  detrás del anuncio con el que la fracción  del frente supuestamente liderado por alias Mordisco bajó el optimismo que se respiraba  alrededor del proceso de paz después del anuncio del  cese al fuego bilateral y definitivo.

“El Frente Primero hace presencia violenta en los departamentos de Guaviare y Vaupés, en zonas  selváticas y semiselváticas distantes y poco pobladas, lejos de centros poblados, donde explotan rentas ilegales derivadas de la explotación de minerales de tierra (como el coltán) y el oro”, indica un documento del Centro de Recursos para Análisis de Conflictos, Cerac.

También explica que antes del 2000 era un frente fuertemente ligado al procesamiento de droga, al punto que es “el único con involucramiento directo con organizaciones transnacionales de cocaína” y el primero que “explotó rentas de cultivos de uso ilícito que intercambiaba por armas, convirtiéndose en proveedor de grupos criminales del Brasil”.

¿Caso aislado?

‘Pastor Alape’, jefe y negociador de la subversión en La Habana, fue enfático el jueves al afirmar que “ellos son del Frente Primero de las  Farc, pero no representan al Frente Primero y mucho menos a las Farc” y el viernes se conoció un comunicado del  Bloque  Jorge Briceño en el que se accepta que “el conocimiento de lo acordado en la Mesa de La Habana fue negado y tergiversado a los guerrilleros de base por los mandos implicados”.

Sin embargo, analistas y autoridades coinciden en no será la única fracción de la insurgencia liderada por ‘Timochenko’ que se baje del tren de la paz.

“Casi siempre hay un 15 % de esas estructuras que muestra reparos y decide continuar la lucha armada”, sostiene Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, quien explica que en la guerrillerada también existe mucho temor frente a lo que será el futuro por fuera de la selva. “Es una negociación de muchos miedos y perjuicios, por lo que los temas de pedagogía son tan importantes”, dice.

A su vez, Jeremy McDermott,  codirector del centro de investigaciones InSight Crime, indica que el trabajo de campo realizado en el último año les permitió establecer  que en 92 municipios “donde hay presencia de la guerrilla y muchas economías ilegales, hay  riesgo de reciclaje de esas economías, bien sea por disidencias o criminalización de elementos de las Farc”.

Pero es enfático en asegurar que no se trataría de escuadrones completos de subversivos sino de “elementos aislados”, en tanto que  los informes de Inteligencia calculan que los no desmovilizados podrían representar el 10% del total de integrantes de las Farc en todo el país.

Cuáles serían

“Los frentes 5, 58, 57 y 34  coinciden con los Urabeños en Chocó, Córdoba y Urabá, donde hay vínculos de cabecillas con las bacrim, que es una de las variables que podría indicar  disidencia y criminalización”, señaló McDermott.

Y entre ellos, muchos apuntan  al 57, que se localiza en la frontera con Panamá, donde las autoridades también registran presencia del ELN, “lo que favorecería q ue algunos farianos se ‘cambien de brazalete’”.

Por esas mismas razones, la columna Daniel Arana, que reúne cerca de cien hombres en armas y se ubica en Tumaco, Nariño, también está en riesgo de deserción. “Allí  fue donde a finales del año pasado se registraron varias acciones violentas por parte de milicianos”, dice un experto de la Policía que agrega que allí se han registrado combates pero también coaliciones entre ambas guerrillas.

Otros  frentes que generan preocupación son el 32, que actúa en Putumayo y Caquetá, el 3, con sede en ese mismo departamento, y el 10, que se asienta en Arauca. “Son los más fuertes y lo que sabemos es que en su interior hay divisiones y que algunos de sus miembros se quedarían del otro de la frontera”, añadió la fuente de Inteligencia.

 Precisamente, los analistas coinciden en que la localización remota de algunos frentes y los problemas de comunicación resultantes del accionar de la Fuerza Pública  contribuyen a aumentar las alertas de deserción.

“Por ejemplo, el 33 maneja mucha plata en el Catatumbo, pero está bajo el control directo de ‘Timochenko’, lo que disminuye esa  probabilidad”, dice el codirector de InSight Crime.

Así las cosas, más allá de que las órdenes que den los jefes de las Farc desde La Habana sean “de obligatorio cumplimiento para todos sus integrantes”, lo que se prevé es que, una vez se inicie el asentamiento de los desmovilizados en las zonas veredales, se registre una fuerte arremetida militar tendiente a impedir que la disidencia dé al traste con los anhelos de paz de los colombianos.

Tarea de las Farc Según varios analistas, la contención  de las posibles disidencias es tarea exclusiva de los jefes de las Farc. Para ello, tal como se acordó con el Gobierno,  en los próximos días miembros de la mesa de negociación arribarán a los diferentes frentes para hacer pedagogía de la paz con los guerrilleros. ”Si los mandos y combatientes involucrados  (en la disidencia) tienen el deseo de lanzarse a una aventura incierta, les corresponde hacerlo tomando un nombre distinto al de las verdaderas estructuras de las Farc-EP”, dijo al respecto el Bloque Comandante Jorge Briceño.

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