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Esto es lo que falta para acordar la paz con las Farc

Según las Farc, definir la seguridad jurídica de los desmovilizados es imprescindible para iniciar el traslado a las zonas veredales y la dejación de armas. Panorama.

7 de agosto de 2016 Por: Argemiro Piñeros Moreno, Colprensa.

Según las Farc, definir la seguridad jurídica de los desmovilizados es imprescindible para iniciar el traslado a las zonas veredales y la dejación de armas. Panorama.

A partir de la próxima semana, muchos colombianos podrán ser testigos de cómo integrantes del Gobierno Nacional, las Farc y las Naciones Unidas emprenderán juntos un recorrido para verificar los territorios en los cuales se asentarán al menos durante seis meses los hombres y las mujeres que se desmovilicen de esa guerrilla. Lea también: Diez preguntas clave sobre el protocolo de la dejación de armas

Ese momento hace parte de lo que se ha denominado la etapa del cese el fuego y de hostilidades bilateral y definitivo y la dejación de las armas, que fueron los aspectos centrales que dieron vida al gran acuerdo que  la mesa de negociación anunció el pasado 23 de junio desde La Habana, en presencia del presidente Juan Manuel Santos y del jefe de las Farc, Rodrigo Londoño, alias Timochenko.

Sin embargo, para completar ese camino que llevará al fin del conflicto armado con la organización guerrillera se deberá haber alcanzado la firma definitiva de los acuerdos, según lo anunciaron el pasado viernes los negociadores por parte de la subversión.

Entonces sí  podrá convertirse en realidad la frase que el jefe de Estado, Juan Manuel Santos, ha esgrimido desde el inicio de las conversaciones con las Farc, en noviembre del 2012: “Nada está acordado hasta que todo esté acordado”.

Incertidumbre

Acabar un conflicto armado que lleva más de 50 años no es fácil, de ahí que ya sean muchos los incumplimientos de fechas que se han dado como culminación total del proceso de paz.

 En este momento la negociación entre las partes ya ha superado prácticamente toda la agenda, quedan solamente temas que son de suma coyuntura, en especial para las Farc.

Por un lado, están aspectos  correspondientes a la seguridad jurídica, como  lo recordaron el viernes ‘Iván Márquez’ y ‘Carlos Antonio Lozada’, quienes al referirse al significado de 36 protocolos suscritos con el Gobierno Nacional para llegar al desarme, entre otros aspectos, pidieron que se cumpla lo acordado en ese tema.

Gobierno y guerrilla discuten también quiénes serán los magistrados que integrarán el tribunal de la justicia transicional pactado para que juzgue a todas las personas involucradas en el conflicto armado, incluidos los desmovilizados.

Pero igualmente siguen sobre la mesa de conversaciones el alcance que se le dará al indulto que requerirá gran parte de los integrantes de la guerrilla,incluidos algunos de sus jefes.

Un asunto más, que no es de menor importancia, es la elegibilidad política a la que tendrán derecho, es decir si al estar ya en la vida civil podrán llegar al Congreso de la República con curules asignadas o si deberán esperar a ganarlas a voto limpio en las elecciones programadas para el 2018. Ante la complejidad de estos asuntos, el presidente Santos esgrimió  una nueva teoría sobre los tiempos del proceso, con el fin de lograr que la votación del plebiscito sea antes de finalizar octubre. Aseguró que tan pronto se superen los llamados pendientes de la agenda, convocará la refrendación y que la firma protocolaria se dará luego. La tesis del Mandatario fue  corroborada en parte por la Corte Constitucional, al precisar que la Ley de Plebiscito que revisó no obliga a que el Jefe del Estado haya firmado los textos definitivos para citar a los colombianos a las urnas. Cumbre guerrillera Incierta también por el momento es la fecha que definirán las Farc para realizar su conferencia nacional, la cual, según el analista Ariel Ávila, es como el plebiscito de la guerrilla, por cuanto será el escenario donde se oficializará a toda la militancia que los acuerdos con el Gobierno no tiene reversa. El propio jefe de la subversión, Rodrigo Londoño, reconoció que se están preparando para esa cumbre, que es fundamental para las Farc. También el Presidente ha dicho que en su momento se coordinará con las Fuerzas Militares y la Policía las medidas de seguridad que requieren los guerrilleros para su desplazamiento. Por el Sí o por el No Mientras se afinan los últimos detalles en La Habana, que los más optimistas proyectan para un lapso de tres semanas,  la dirigencia política en Colombia ya está metida de lleno en la campaña para impulsar o rechazar la aprobación de los acuerdos de paz mediante el plebiscito. Sin embargo, ya se cumplieron tres semanas desde que la Corte Constitucional avaló la ley de refrendación, pero el fallo no ha sido publicado, lo que tiene frenado al Consejo Nacional Electoral para reglamentar la forma en que se harán las campañas por el Sí y por el No, además de la pedagogía por parte del Gobierno que, si bien es muy similar, se deberá presentar a los colombianos de forma diferente. Ante ese vacío temporal es que ya se avanza de lleno en las campañas. Por el Sí está el expresidente César Gaviria Trujillo, como gran coordinador, sumado a todos los partidos que acompañan al Gobierno en el proceso de paz. Por el otro lado está el expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien ya formalizó que hará campaña por el No y designó a sus dirigentes Óscar Iván Zuluaga, Carlos Holmes Trujillo e Iván Duque como los promotores nacionales de la oposición a los acuerdos.

 

La amnistía, el escollo ”Es cierto que la seguridad jurídica de la tropa rasa y  mandos medios es muy importante para no repetir lo sucedido con las AUC,  pero debe quedar claro que, la a luz del Estatuto de Roma, bajo el cual se está negociando con las Farc,  no se pueden amnistiar delitos atroces, y en esa medida los máximos responsables no pueden ser amnistiados, afirmó Eduardo Álvarez Vanegas,  del área de Negociaciones de la Fundación Ideas para la Paz, FIP. ”Si uno se pone bajo el supuesto de que la amnistía es una condición de fin del conflicto,  entonces esto está envalentonando las versiones más extremas de los opositores que dicen que este es un proceso de impunidad. Van a  tener que encontrar fórmulas para que quienes no hayan incurrido en delitos de lesa humanidad y no sean máximos responsables puedan tener  amnistías especiales para garantizar su ruta de reincorporación, y que los que sí son máximos responsables de crímenes atroces sí se sean sujetos de la Jurisdicción Especial para la Paz”, agregó antes de precisar que “no se le puede enviar el mensaje al país de que estas personas van a recibir amnistía”.

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