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“El éxito del Plan Colombia es que las Farc estén en la mesa de paz”: Simón Gaviria

El Director Nacional de Planeación, Simón Gaviria, dice que el objetivo del Plan Colombia (atacar el narcotráfico) se cumplió. Desde hace cuatro años el 50 % de los recursos van para inversión social.

7 de febrero de 2016 Por: Elpais.com.co | Colprensa

El Director Nacional de Planeación, Simón Gaviria, dice que el objetivo del Plan Colombia (atacar el narcotráfico) se cumplió. Desde hace cuatro años el 50 % de los recursos van para inversión social.

[[nid:420169;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2015/05/simon-gaviria.jpg;full;{Simón Gaviria, director de Planeación Nacional. Foto: Elpais.com.co | Colprensa}]]

En los quince años del Plan Colombia, el 30 % de los recursos se destinaron a inversión social. Pero en los últimos cuatro, alrededor el 50% de la plata fue para el componente humanitario y de desarrollo y el otro 50 % para la estrategia militar”. Lea también: Esto es lo que viene para el nuevo plan 'Paz Colombia'

Así lo sostuvo Simón Gaviria, director del Departamento Nacional de Planeación, quien le reveló esos y otros datos a Colprensa durante un análisis de la ayuda que  ha recibido Colombia de Estados Unidos, a propósito de los 15 años de la iniciativa. 

 En términos concretos ¿cuáles son los beneficios que el Plan Colombia le ha traído al país?

El Plan es un acuerdo bilateral entre Colombia y Estados Unidos orientado a robustecer las Fuerzas Militares colombianas y las economías regionales, para desincentivar el narcotráfico, entendido como un flagelo transnacional, en el que productores y consumidores tienen responsabilidades compartidas. Pero  realmente han sido tres planes, y en el posible escenario del posconflicto, tendríamos un cuarto Plan.

En la primera etapa, ejecutada entre el  2000 y el 2006, los esfuerzos se centraron en fortalecer la interdicción de narcóticos en el Putumayo, modificar la correlación de fuerzas en Cundinamarca y Meta, donde la guerrilla venía tomando fuerza, y en proteger la infraestructura estratégica en Arauca.

La segunda etapa, desarrollada entre 2007 y 2009, el Plan Colombia focalizó sus esfuerzos en las zonas en proceso de recuperación institucional, las zonas de desmovilización, de frontera y de retaguardia de los grupos armados al margen de la ley. Y la última fase, denominada Iniciativa de Desarrollo Estratégico para Colombia, que se desplegó entre 2010-2015, intensificó los procesos de erradicación e interdicción y se complementaron sus líneas de trabajo con el apoyo económico y social a poblaciones vulnerables.  

 Para algunos analistas, el Plan Colombia fue un negocio en el que nos metió Estados Unidos para vendernos armas…

Esa  una percepción de algunos, pues el Plan Colombia, además del componente militar también tuvo un creciente enfoque en ayuda humanitaria y de desarrollo. Por ejemplo, cuando arrancó, en el 1999, de cada 100 pesos, 90 iban para gasto militar y 10 para ayuda humanitaria, eso fue cambiando año tras año, hasta el punto que desde hace cuatro años la mitad de la plata del Plan Colombia va para gasto militar y policial y la otra mitad va para ayuda humanitaria y desarrollo.

 ¿A lo largo de estos 15 años cuánta plata fue para gasto militar y cuánta para ayuda humanitaria?

En total, el Plan Colombia ha recibido US$9600 millones. Haciendo un balance desde su puesta en ejecución podemos ver que de cada 100 pesos, 70 fueron para gasto militar y 30 para ayuda humanitaria. Aunque es importante tener esta cifra clara, lo más interesante es ver cómo el destino de estos recursos ha ido cambiando. Entre 1999 y 2007, la correlación estuvo en un 20 % para ayuda humanitaria y 80 % para ayuda militar y policial. A partir de 2008 la correlación fue, en promedio, 40/60 y hoy en día es 50/50.

 ¿Por qué apenas en la última parte del Plan Colombia se le invirtieron más recursos al tema social?

No hay que olvidar que en la década de los 90 la correlación de fuerzas entre los grupos al margen de la ley y las fuerzas del Estado estaba a favor de los grupos ilegales, no solo las guerrillas, sino también los paramilitares y los ejércitos privados de los narcotraficantes. El Estado no podía entrar a algunas zonas del país, ni con programas sociales ni con armas, pero hoy la realidad es otra. El Plan Colombia nos dio la entrada a esas zonas, primero militarmente, y con los años, con los programas de consolidación que se dedican a fortalecer los temas sociales. Hoy la mitad de la plata va para programas sociales y la idea es seguir aumentando el componente social, humanitario, de justicia e infraestructura en esas zonas históricamente golpeadas por el conflicto armado.  

 Pasando al tema económico, ¿qué ha traído el Plan Colombia?

Indudablemente una de las ganancias para la economía colombiana, tras diezmar la capacidad militar de los grupos ilegales, fue que la confianza en el país mejoró y eso trajo una consecuencia positiva y fue el aumento de la inversión extranjera directa. Desde el  2000 hemos tenido un crecimiento anual del 14,6 % en la inversión extranjera directa, pero no ha sido lo único, en el marco del Plan Colombia se ampliaron preferencias arancelarias que permitieron un mayor acceso de los productos colombianos al mercado de Estados Unidos. Entre el año 2000 y el 2015 las exportaciones de Colombia a ese país han representado, en promedio, el 38% del total de exportaciones.

 Uno de los objetivos del Plan fue combatir el narcotráfico, pero un informe reciente habla de crecimiento de cultivos ilícitos en el país. ¿Hay un fracaso en esa lucha?

Todo lo contrario. Uno de los componentes más importantes del Plan Colombia es la lucha contra el narcotráfico, que es el combustible del conflicto armado en los municipios. La ejecución del Plan muestra resultados contundentes: se disminuyeron a la mitad las hectáreas de coca sembradas en el país. Con las acciones de erradicación manual y aspersión se logró eliminar 2,2 millones de hectáreas en quince años. Es cierto, se presentó un aumento con respecto al último censo de Simci: pasamos de 48.000 a 69.000 hectáreas. Lo que hay que tener en cuenta es que cuando arrancó el Plan Colombia en el país había 163.000 hectáreas en el país, lo que significa que entre 2000 y 2014 se redujeron en cien mil hectáreas los cultivos de coca. Entonces, no se puede hablar de un fracaso. El objetivo principal era atacar el narcotráfico. El éxito de la lucha antidrogas se refleja en la desmovilización de los paramilitares  y en que las Farc estén sentadas en la mesa de negociaciones, buscando una salida política con la firma de un acuerdo de paz.  

 ¿Cuál es el resultado más contundente contra los grupos armados al margen de la ley, entre ellos las Farc?

Entre el 2002 y 2014 la intensidad de las acciones de esos grupos disminuyó en un 66 %. Desde el 2009 las acciones han permanecido en niveles estables. El 2015 se cerró con 121 acciones. Es importante resaltar que con el fortalecimiento del combate en tierra, mar y aire de la Fuerza Pública se logró disminuir el número de hombres de las Farc. Pasaron de tener 25.000 hombres en sus filas a 6000 en 2015, es decir, 76 % menos de combatientes. Y también se redujo su presencia en el territorio nacional: hoy sólo están presentes en 103 municipios, mientras en el 2003 estaban en 555 municipios. 

 ¿Cómo se ve reflejado todo eso en el mejoramiento de las condiciones de seguridad del país?

El fortalecimiento de las capacidades militares sin duda permitió mejorar las condiciones de seguridad para los colombianos, los indicadores así lo muestran: los atentados terroristas contra la infraestructura (oleoductos, torres eléctricas y vías) se redujeron en 85 %; y los secuestros pasaron de 3572 casos en el 2000 a 210 en 2015.

También el número de desplazados se redujo en promedio en un 12 % anual. Además ese fortalecimiento de las Fuerzas Armadas hizo que en los últimos 12 años más de 57.000 guerrilleros desertaran de esas filas para reinsertarse a la sociedad civil.

¿Qué proyectos y programas sociales se apalancaron con el Plan Colombia?

Como una estrategia diseñada para mitigar los impactos del conflicto armado en la población vulnerable, surge la Red de Apoyo Social sustentada en tres programas: Familias en Acción, Jóvenes en Acción y Empleo en Acción, cuya ejecución se apalancó con recursos de Cooperación Internacional, Bonos para la Paz y presupuesto general de la Nación a través del Fondo de Inversiones para la Paz (FIP). Los tres programas buscaron mejoras en condiciones de salud y educación (Familias en Acción), mejoramiento en condiciones de empleabilidad (Jóvenes en Acción) y ocupación transitoria (Empleo en Acción); todas ellas con esquemas de operación de complementos al ingreso.

Ahora, tras el anuncio de Paz Colombia, lo que se espera es que la mayor parte de la nueva ayuda que llegue de EE. UU. vaya con destino a programas sociales, ¿cómo se concretará eso?

‘Paz Colombia’ estará orientada a labores de inversión social para atender los retos del posconflicto, una vez se firme la paz en La Habana. Las inversiones que se hagan en el país estarán dirigidas a consolidar la seguridad y la lucha contra las drogas; promover la reintegración de los excombatientes; expandir la presencia del Estado para fortalecer el Estado de Derecho en las zonas afectadas por el conflicto; promover la justicia y servicios esenciales para las víctimas, y avanzar en la política de desminado en todo el territorio colombiano.

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