El camino recorrido para llegar al acuerdo de justicia transicional con las Farc

Un año estuvo enredado en la mesa de La Habana la justicia transicional. Presencia de juristas y mensajes del Papa clave para salir a flote.

Varios factores se conjugaron para que el proceso de paz de La Habana pudiera superar un escollo que por momentos pareció insalvable, sobre todo por la posición de los voceros de las Farc que en repetidas ocasiones señalaron que no pagarían “ni un día de cárcel”. Lea también: Este es el anuncio del presidente Santos sobre el acuerdo con las Farc. La llegada a la mesa de negociación de avezados juristas, expertos en desenredar complicadas negociaciones fue vital para lograr  este acuerdo en el tema de justicia. Por parte del Gobierno, desde finales de julio se incorporó una comisión de expertos integrados por los abogados colombianos Manuel José Cepeda y Juan Carlos Henao, y el estadounidense Doug Casssel.  “Este grupo sesionará en paralelo a la discusión del punto de víctimas en la mesa de conversaciones y a la subcomisión técnica del fin del conflicto”, explicó el  Gobierno en su  momento.  Mientras tanto, para agilizar la discusión, las Farc contaron con  un consejero jurídico, dirigente del partido comunista español y de Izquierda Unida, ya reconocido por su defensa a causas polémicas.  Lea también: La paz es posible y está más cerca que nunca: Santos Era  Enrique Santiago, un nombre que logró mayor eco  después de que el expresidente César Gaviria, propusiera una justicia transicional que cobijara a todos los actores del conflicto.  Justicia para todos  Sin embargo, el equilibrio de los beneficios jurídicos para todos los actores del conflicto  estaba ofrecido por el presidente Santos desde el primer día de negociación. Lo novedoso de la propuesta de Gaviria vino en incluir a  colaboradores y a no combatientes.  Gaviria argumentó que no sería lo más apropiado llevar a los militares a la Comisión de la Verdad, explicando que habría que buscar una forma de justicia que se aplicara  a ellos.  Lea también: Las condiciones están dadas para un acuerdo antes de seis meses: 'Timochenko'  Seis meses después, el abogado de las Farc planteó que la insurgencia no se sentó a negociar para terminar tras las rejas y que los jefes guerrilleros solo pagarían cárcel si “los máximos responsables del Estado”  lo hacían.  No obstante, ya habiendo dado algunas ‘puntadas’ con manifestaciones públicas pidiendo perdón a víctimas de masacres como la de Bojayá, la guerrilla parecía empezar a acercarse más al principio de justicia. El Papa, clave Otro ingrediente que fue fundamental para acercar las posiciones en este álgido tema fue la intervención del papa Francisco. El historiador italiano Gianni La Bella, de la Comunidad de San Egidio, movimiento católico que facilitó los contactos entre la guerrilla de las Farc, el gobierno y la Santa Sede afirmó  que “tanto el gobierno colombiano como las Farc reconocieron la autoridad moral del Papa y el rol clave con su llamado a no permitir que las negociaciones fracasaran”. Lea también: Fiscalía suspenderá 50 imputaciones en contra de miembros de la cúpula de las Farc.  El historiador siguió de cerca en el último año las negociaciones de paz y sirvió de “puente” con el Papa, quien ha anunciado en varias ocasiones su apoyo incondicional a ese proceso.  “Las palabras del Papa al llegar a Cuba fueron fundamentales, se trataba de un mensaje muy claro, con el que advertía a Colombia que no puede permitirse otro fracaso” , reiteró La Bella.  El experto en asuntos de América Latina fue el encargado de entregar al papa Francisco dos cartas de las Farc, en mayo y agosto de este año, en las que la guerrilla con aval del gobierno pedía que la Santa Sede “se involucre  en el proceso de paz” , contó. “Entregué personalmente en mayo una de las dos cartas de las Farc a Su Santidad, en ellas la guerrilla le expresaba claramente su voluntad de alcanzar la paz”, dijo. “Las Farc usaron al Papa como paloma de paz”, comentó emocionado La Bella, quien estudia desde hace años la situación colombiana y vivió de cerca negociaciones pacificadoras en Perú, Chile, El Salvador. “El papa, incluso, estaba evaluando el nombramiento de un representante. Pero no hubo necesidad” , reveló.