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¿Cómo se están preparando las empresas para el posconflicto?

La vinculación del sector privado al posconflicto será clave para el éxito del proceso de paz. En Colombia ya hay muchas experiencias de cómo las empresas le apuestan a este propósito.

31 de diciembre de 2015 Por: Redacción de El País

La vinculación del sector privado al posconflicto será clave para el éxito del proceso de paz. En Colombia ya hay muchas experiencias de cómo las empresas le apuestan a este propósito.

El sector productivo colombiano tendrá grandes compromisos en el posconflicto, pues una buena parte del éxito del proceso de paz depende de que se logre insertar a los excombatientes en actividades de desarrollo que les permitan crear una nueva forma de vida. Hoy en día existen muchas experiencias de algunos empresarios que le han apostado a poner un grano de arena en este proceso, sin embargo, aún faltan muchos esfuerzos. Según cifras de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), en los procesos que lidera esta organización han participado 650 empresas nacionales, que de alguna manera le han apostado a los temas de la paz, pero también hay muchas iniciativas individuales.  Una reciente encuesta realizada por la Cámara de Comercio de Bogotá entre  1321 empresarios colombianos mostró que el 47 % de estos estaban de acuerdo con el proceso de paz porque consideran que es la mejor alternativa para el país y el bienestar de los colombianos.  Además, los empresarios son más optimistas frente al impacto potencial de la firma de los acuerdos  de paz sobre la Inversión Extranjera Directa y  sobre el crecimiento económico. Por ejemplo, el 66 % de los consultados cree que la paz acelerará el crecimiento del país. Sin embargo, solo el 9 % de los empresarios aseguró que su empresa cuenta con un proyecto que tenga como objetivo apoyar la construcción de paz, pero la gran mayoría  estarían dispuestos a apoyar fondos para la construcción de paz y emprendimientos de la población afectada por el conflicto, capacitación y creación de fuentes de empleo. El Gobierno Nacional ha pedido en diversos espacios el apoyo del sector privado y basados en estudios, aseguran que la economía podría crecer al 5,9 %, en la próxima década. “Se espera un fortalecimiento profundo del crecimiento en los sectores de agricultura e industria. Los dividendos para estos sectores sería de un  punto porcentual de crecimiento adicional en el largo plazo”, aseguró Simón Gaviria, director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), quien recordó que  el país gasta cada año alrededor de  $9 billones en la atención de víctimas del conflicto. Apoyo a los emprendedoresA través del programa ‘Aportando Tiempo’, que lidera desde hace seis años la empresa Coca-Cola Femsa en Colombia, se ha apoyado alrededor de 600 emprendedores en el país. Se trata de personas reintegradas a la sociedad que pertenecieron a grupos guerrilleros y que buscan alternativas de generación de ingresos.  Este año, en Cali, se graduó la cuarta promoción, que benefició de manera directa a 15 excombatientes en reintegración  y a sus familias. Coca Cola cuenta con más de 300 voluntarios que donan su tiempo para apoyar las ideas de negocios de  los  ciudadanos que abandonan el camino del conflicto armado y retornan a la legalidad, y también sus familias, quienes  reciben varias horas de capacitación en emprendimiento, por parte de un grupo de empleados y colaboradores de la empresa.  José Darío Cabezas, jefe de planta de Coca-Cola en  Cali,  dijo que este es apenas un peldaño en el camino que deben recorrer los excombatientes y con el cual se está haciendo que la sociedad progrese. Una de las personas que participó en Cali de este proceso y que tiene su  propia tienda, aseguró que no es fácil  rehacer la vida y apostarle a tener un negocio, tras los rezagos y temores que le dejó la experiencia de militar  de una década en un grupo armado al margen de la ley. Pero considera que  gracias al apoyo de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), poco a poco se ha  superado esa fase de su vida y ahora cuenta con oportunidades que antes le fueron esquivas.ara la Reintegración (ACR), poco a poco se ha  superado esa fase de su vida y ahora cuenta con oportunidades que antes le fueron esquivas. Reintegración en el campoEl Valle del Cauca se convirtió en un referente para la reconciliación y la transformación del campo desde la legalidad. Este año se realizó un piloto con  un grupo de 28 excombatientes de grupos armados ilegales que se capacitaron y graduaron como técnicos en fruticultura y buenas prácticas agrícolas, los cuales hacían parte del proyecto ‘Modelo de reintegración rural y de formación con énfasis agrícola en un entorno controlado’, el cual fue liderado por la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) en convenio con la Sociedad de Agricultores y Ganaderos del Valle (SAG). Para Francisco José Lourido, presidente de la SAG, esta iniciativa se convierte en un proceso de aprendizaje que servirá como alternativa en el posconflicto. “De la misma manera en que les hemos enseñado a ellos, ellos también nos han enseñado mucho a nosotros. Nos han enseñado, por ejemplo, a ver el ser humano, de que uno puede equivocarse, pero lo importante es aceptarlo y ver cómo se aprovecha eso vivido para mejorar y salir adelante. Hay que apoyar el proceso de paz y todas estas iniciativas que nos lleven a hacer un mejor país”, explicó. La idea es que estas personas se queden trabajando en el campo, en especial en el norte del Valle donde se llevó a cabo la experiencia y que además tengan las capacidades para hacer una agricultura sostenible y rentable.  Se espera replicar esta experiencia en el 2016. Víctimas del conflicto también hacen empresaOtro ejemplo de apoyo a la reintegración  es   el programa ‘Escalando sueños”, en el que víctimas del conflicto armado han desarrollado sus propios negocios y además han hecho apuestas aún más ambiciosas, en este caso en el sector de la  confección. El asesor coordinador del grupo de Equidad Laboral del Ministerio del Trabajo, Luciano Perfetti Villa, explicó que la idea con este proyecto es darles las capacidades a las víctimas  para que construyan  un proyecto de vida y no de estar dependiendo del Estado o de otras personas, sino que por medios propios lleguen a cumplir sus sueños. “En el momento, el proyecto beneficia a 232 unidades productivas y cada una de ellas tiene en promedio 3 trabajadores, lo que nos llevaría a afirmar que favorece a más de 650 personas”, dijo. Estas empresas, ubicadas en varios departamentos, fueron asesoradas por el  Centro de Innovación para la Moda-Arturo Tejada Cano y lograron crear una iniciativa conjunta como es “colecciones finales 2016”, que les permitió a los empresarios pasar solo de hacer maquila a producir sus propias prendas. Para Arturo Tejada,  director de la escuela  que se lleva su nombre, los nuevos empresarios tienen una visión  más amplia de los negocios y están dispuestos a cambiar de vida. Otra experiencia similar se desarrolla en Cali con el Centro de Desarrollo Productivo del Cuero, que ya tiene más de una década capacitando para el trabajo a excombatientes y víctimas de la violencia, quienes además de recibir formación encuentran una opción de  empleo. A través del Taller Escuela, que esta entidad  opera, se fabrican  zapatos para diferentes empresas del Valle del Cauca. Esta entidad  ha tenido el apoyo de la Usaid y la Organización Internacional para las Migraciones, entre otras organizaciones.

 

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