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Aspersión aérea con glifosato, imagen de referencia. | Foto: Foto: Especial para el El País

NARCOTRÁFICO

Vuelve el debate por reactivación de fumigación con glifosato

El Ministerio de Defensa anunció que avanza en las exigencias de la Corte Constitucional para poder fumigar los cultivos ilícitos con glifosato, a través de la aspersión aérea.

3 de marzo de 2021 Por: Redacción de El País y Colprensa

En el próximo mes de abril se estaría retomando la fumigación aérea contra los cultivos ilícitos existentes en el territorio nacional.

Así lo anunció el ministro de la Defensa, Diego Molano, quien recordó que la Corte Constitucional exigió el cumplimiento de seis criterios para autorizar esa práctica en el país.

Sin embargo, el funcionario aseguró que el Gobierno Nacional avanza en el acatamiento de esa normatividad para poder acceder a la denominada aspersión con precisión.

“Nuestra Policía está lista. Hoy nueve aviones están listos para poder hacer la aspersión de precisión, que implica que está totalmente automatizada, que no está a discreción de los pilotos, que si hay unas condiciones de vientos que no son las adecuadas, no se puede aplicar”, explicó Molano en entrevista con Caracol Radio.

Agregó que si el avión utilizado para la fumigación no alcanza la altura correspondiente, tampoco se podrá aplicar la aspersión: “Solo se hace con base en puntos georreferenciales de acuerdo con una localización que se ha hecho” de manera previa.

De acuerdo con el Ministro, el esfuerzo del Ejecutivo va encaminado a “garantizar que se tenga esa licencia ambiental y mantenerla y, por supuesto, la de salud. En eso avanzamos, hay algunas acciones judiciales que se han interpuesto, pero esperamos en el mes de abril poder iniciar”.

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El anuncio de Molano se dio después de que el pasado lunes el Gobierno de Estados Unidos certificó a Colombia en materia de lucha contra las drogas ilícitas, lo que fue interpretado como un espaldarazo a la fumigación aérea.

Como se recordará, durante la Administración de Donald Trump en varias ocasiones se insistió desde Washington en la necesidad de retomar la fumigación con glifosato en nuestro país y muchos analistas pensaron que con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca habría un cambio en esa política, dados los efectos ambientales y para la salud que se le atribuyen a esa técnica de erradicación de cultivos ilícitos.

Sin embargo, el Ministro de la Defensa dejó en claro que “la certificación que recibe el país ratifica que tiene un compromiso indeclinable en la lucha contra el narcotráfico y confirma el apoyo de Estados Unidos”.

Y precisó que “la meta es erradicar el 50 % de los cultivos ilícitos existentes para el 2023, reduciendo la producción de cocaína en el mundo”.

Pero como lo admitió el funcionario, ante las instancias judiciales cursan recursos de quienes piensan que el Ejecutivo colombiano debería desechar esa opción de luchar contra el narcotráfico.

En ese sentido, Gabriel Tobón, investigador de la Universidad Javeriana, cree que hay una “clara obstinación del Gobierno de los Estados Unidos de pretender que con esas fumigaciones, va a desaparecer la droga, cuando se ha demostrado que la forma eficiente es mantener los compromisos con las comunidades de erradicación voluntaria”.

Lo avanzado

Las condiciones establecidas por la Corte Constitucional para la aspersión apuntan a exigir garantías para el medio ambiente y la vida de quienes habitan en las zonas aledañas a los cultivos ilícitos, además de un proceso de consulta participativo con las comunidades afectadas.
Respondiendo a esos requerimientos, el Ministerio de Justicia publicó un borrador del decreto que reglamenta las condiciones para la aspersión y recuerda que el Consejo Nacional de Estupefacientes (CNE) es el encargado de dar el aval para esa práctica.

Allí se añade que la ejecución estará en manos de la Policía Antinarcóticos y que el CNE definirá las zonas para fumigar, después de realizar audiencias con la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla; la Dirección Antinarcóticos de la Policía y la Autoridad Nacional de Consulta Previa del Ministerio del Interior.

Por lo pronto, el documento está siendo revisado por el Consejo Superior de Política Criminal y solo después sería publicado.
Pero también faltan otros de los protocolos exigidos por la Corte antes de iniciar la aspersión aérea, como la evaluación de riesgos, por parte del Instituto Nacional de Salud, de los seres humanos residentes en las zonas cercanas a las áreas a fumigar.

De igual forma, funcionarios de la Anla le dijeron a Colprensa que no se ha tomado una “decisión sobre el trámite de modificación del Plan de Manejo Ambiente” y que está pendiente la explicación del Gobierno sobre cómo va a priorizar la sustitución voluntaria y la erradicación manual.

De su lado, el coronel José James Roa Castañeda, jefe de la Compañía de Aspersión Aérea de la Policía Antinarcóticos, informó que ya tienen listas tres plataformas tecnológicas para la ejecución de las operaciones, además de aviones tipo agrícolas AT802.

También indicó que se cuenta con equipos de detección satelital y sistemas de georreferenciación para que las descargas sean de altísima precisión en “áreas plenamente identificadas y zonas que están excluidas de personas de comunidades étnicas, indígenas y afros”.

Según el oficial, solo se van a asperjar los cultivos de coca localizados en 17 puntos acordados durante audiencias públicas con la comunidad.

Pero el analista Gabriel Tobón insiste en que los sembrados se desplazan de “unos lugares a otros, en un fenómeno de relevo en donde aquellos departamentos que fueron intensamente fumigados bajan sus áreas de coca, pero aparecen en otros departamentos con mayor fuerza”.

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