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¿Qué viene para Colombia con Trump?, habla el embajador en Washington

El exministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, cree que los republicanos respetarán la relación con Bogotá. Aquí, su análisis.

22 de enero de 2017 Por: Alfonso Ospina Torres - Colprensa

El embajador ante Estados Unidos, Juan Carlos Pinzón, es un convencido de que la llegada de Donald Trump al Gobierno norteamericano no representará para Colombia una variación radical en el tipo de relación que han sostenido los países en las últimas décadas.

Por supuesto, reconoce que hay expectativa sobre el estilo de trabajo de Trump, pero advierte que es mejor esperar los primeros cien días de su gobierno para determinar si habrá algún cambio relevante hacia nuestro país en el futuro inmediato.

De entrada, tiene confianza en que la situación seguirá siendo cordial y de cooperación, pues dice haber encontrado un clima favorable para ello entre algunos de los integrantes de la nueva administración, especialmente del general John Kelly. 

¿Cuál es el clima que percibe en EE. UU. en estos días de cambio de Gobierno, particularmente en la colonia latinoamericana?

Sin excepción ni distinción de país o región, todos estamos a la expectativa. En los días previos a su posesión, Donald Trump se mostró un poco más flexible frente a diversos temas y aunque últimamente no ha realizado afirmaciones contundentes respecto a la población latinoamericana en EE. UU., creo que reconoce su importancia y densidad por lo cual será un tema central en su gobierno. Es importante tener en cuenta que Colombia ha sido un aliado de los Estados Unidos y así debe continuar siendo. Tenemos una relación fuerte, sincera y, lo más importante a recalcar, bipartidista.

Específicamente, ¿qué piensan los colombianos en ese país acerca del gobierno de Donald Trump?

Es difícil saberlo con certeza; estamos a la expectativa ya que no se ha pronunciado a profundidad con respecto a lo que será su política exterior con Colombia, pero sabemos que la población colombiana en el territorio estadounidense es importante y seguramente esto entrará a jugar un papel clave en su agenda con nuestro país. Somos un aliado estratégico y eso es una ventaja que estamos dispuestos a utilizar para continuar siendo una población respetada y apreciada en este territorio, como ya miembros del gabinete de Trump han manifestado abiertamente. ¿Que hay retos? Sí, bastantes, pero acuérdese de que una relación de amigos se basa en la sinceridad y no solo en darnos palmaditas en la espalda; hay que enfrentar los retos con sinceridad y salir adelante.

¿Habrá cambios inmediatos o mediatos con el nuevo gobierno?

Lo más sensato es esperar a los primeros cien días de gobierno para dar afirmaciones contundentes, pero por el momento Colombia sigue esforzándose por acercarse al Congreso y al nuevo gabinete, para continuar siendo un eje importante en la agenda exterior de los EE. UU. Tanto la nueva administración como nosotros hemos demostrado total disponibilidad de diálogo y continuación de la relación, por lo cual no esperaría cambios drásticos. Hay que esperar para ver cuáles serán las prioridades de su mandato.

¿Qué puede cambiar en la posición de EE. UU. hacia el proceso de paz?

El Congreso y miembros de la nueva administración han mostrado su apoyo con cartas y manifestaciones públicas. El proceso busca no solo acabar con la violencia que ha venido aquejando al país por décadas, sino que le apunta a un objetivo mucho más grande, que es el de acabar con múltiples causas de la violencia que trascienden la frontera colombiana, como el narcotráfico. Por esto, creería que la administración de Trump mantendrá el apoyo y la favorabilidad por el acuerdo y, ya que traerá consecuencias positivas para ambos territorios, abrirá nuevos caminos de interacción entre ambas naciones, que antes, por temas de seguridad y conflicto, se encontraban inexplorados. EE. UU. es un país que reconoce la importancia del mantenimiento de relaciones bilaterales y Colombia es un aliado cada vez más importante y cuya estabilidad es de gran valor para los norteamericanos.

¿Cuál cree que será la posición frente al posconflicto?

Frente al tema del posconflicto tenemos retos muy importantes, por eso el proyecto que en este momento se estudia en el congreso de los Estados Unidos, Paz Colombia, le apunta al desarrollo en zonas apartadas, a labores como el desminado y a la continuidad de la transformación del país, lo que es importante para la región. Sin temor a equivocarme, podría decir que Colombia es el aliado de Estados Unidos más fuerte que tiene en la región.

Ese programa Paz Colombia ¿cambiará con la nueva composición del Congreso, de mayoría republicana?

Estados Unidos siempre ha demostrado un apoyo hacia Colombia. En Gobiernos de corte Republicano, como el del presidente George W. Bush, se dieron importantes pasos para fortalecer el Plan Colombia y en el del presidente Obama, con un gobierno demócrata, pero con un Senado de mayoría republicana, se amplió este apoyo y se transformó en lo que es hoy Paz Colombia. Lo que esto nos demuestra es el acuerdo de ambos partidos en lo que respecta a Colombia y el tipo de relación bilateral que se quiere mantener y prolongar. Colombia ha cultivado relaciones bipartidistas que hacen que la inclinación política del Congreso no sea un obstáculo a la relación bilateral.

¿Algunos puntos esenciales del acuerdo de paz con las Farc podría alterar la relación con EE. UU. en este nuevo gobierno?

Hemos tenido la oportunidad de acercarnos a miembros importantes de la nueva administración para compartirles en detalle el estado de Colombia y decirles en qué consiste el Acuerdo, su implementación y demás inquietudes que surgen frente a un suceso de tal envergadura. Al mantener al nuevo gobierno informado se fomenta el interés y el deseo de apoyar a Colombia en esta nueva etapa de posconflicto, ya que eso trae consigo efectos positivos para los colombianos y para el continente mismo. La percepción generalizada es de respeto y total disposición a reconocer las decisiones de nuestro Gobierno y a continuar contribuyendo al alcance de lo acordado.

¿Cuál cree que será el enfoque de la política antidrogas de Trump y qué significará eso para Colombia?

Lo más seguro es que la administración de Trump mantenga al narcotráfico como tema central de su agenda exterior e interior y, en consiguiente, conserve el apoyo a las iniciativas conjuntas que se han venido desarrollando a lo largo de los años para acabar esta perjudicial forma de negocio. En el caso nuestro, el apoyo bipartidista al Plan Colombia ha sido la principal muestra de interés, que va en total concordancia con los ideales que tiene el gobierno colombiano de erradicar este mal que tanto aqueja a la Nación. 

¿Cambiará algo en las relaciones políticas bilaterales?

Ya se han venido realizando acercamientos con miembros del nuevo gabinete y se evidencia el reconocimiento y respeto que tienen por nuestra Nación. Creo que el desarrollo de las relaciones políticas seguirá manteniéndose de forma cordial y productiva. Un ejemplo claro es el General John Kelly (exjefe del Comando Sur y nominado a Secretario de Seguridad Interna), quien al referirse a la importancia de la relación con Colombia, en sus intervenciones en el congreso, la definió como una “relación especial” y se mostró convencido de que nuestro país es de la mayor importancia en el hemisferio. 

¿Cómo espera que transcurra la relación comercial bilateral?

Donald Trump es primeramente un hombre de negocios, que se ha rodeado para su ejercicio como presidente de muchos individuos expertos en economía y finanzas, quienes son capaces de reconocer la importancia del sostenimiento y desarrollo de una relación comercial sólida. Colombia tiene toda la disposición de continuar profundizando los lazos económicos con EE. UU. y creemos que las relaciones seguirán moviéndose hacia adelante. 

¿Hay peligro real de que cambien las condiciones vigentes del TLC?

Cada gobierno llega con nuevas prioridades y agendas que quiere sacar adelante, pero tenemos que reconocer la relevancia de nuestro país y los mutuos beneficios que trae esta alianza. Hay que aprovechar el momento para continuar fortaleciendo una relación ya longeva y estable.

En medio de la expectativa de la que usted habla, ¿cuál cree que debe ser la estrategia del gobierno de Santos hacia Trump?

El Gobierno colombiano debe mantener la disposición de dialogo y apertura que ha venido promoviendo ya por muchos gobiernos con respecto a las relaciones exteriores. La transformación de Colombia ha traído beneficios no solo locales sino a nivel de todo el hemisferio que impactan directamente a los Estados Unidos y que hacen de Colombia un país no relevante, sino muy relevante en la agenda internacional.

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