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Fernando Tamayo, presidente del Concejo | Foto: El País

MAURICE ARMITAGE

"Jorge Iván Ospina debe sacudir su gabinete", dice el concejal Fernando Tamayo

También aseguró que el Mandatario no puede dejar los recursos del empréstito en manos de malos ejecutores.

25 de septiembre de 2020 Por:  José Luis Carrillo, editor de Cali

En medio del debate por la autorización del empréstito de $650.000 millones que solicitará la Alcaldía para realizar los proyectos que reactivarán a Cali después de la pandemia, Fernando Tamayo, uno de los cabildantes con más millas en el hemiciclo y una de sus voces disidentes, explica en qué consiste este préstamo y su visión para que el proyecto llegue a un buen término.

Primero, explíquenos todos los movimientos financieros que está haciendo la Alcaldía para captar más recursos. Desde la renegociación de la deuda de Armitage, hasta el nuevo préstamo que planea adquirir.

Primero que todo Maurice Armitage adquirió una deuda de $550.000 millones con unos tiempos específicos, al llegar el alcalde Ospina encuentra el Municipio con una capacidad de endeudamiento de $45.000 millones entonces prorroga la deuda de Armitage y con eso libera recursos que en vez de pagar la deuda van para inversión y amplía la capacidad de endeudamiento del Municipio para adquirir créditos para pagar en un escenario de 10 años o a través de bonos, que puede permitir un horizonte de pago a 15 o 16 años.

Ahora se presenta al Concejo un proyecto donde el Alcalde pide autorización para ejercer la generación de bonos de Hacienda para un endeudamiento de $650.000 millones o deuda con los bancos por el mismo valor. Estos recursos son para redinamizar la economía tras el golpe de la pandemia, especialmente en el tema de generación de empleo. El pago de esta deuda está en un plazo de 10 años si se adquiere con la banca privada o de 15 o 16 años si es con bonos.

Según nos explicó la Administración, la deuda se empezaría a amortizar tres años después. Paralelo a esto, la Alcaldía está buscando que la Nación le preste al Municipio $1 billón para obras dinamizadoras y el Plan de Desarrollo, esto con tasas de interés muy bajas y amplios plazos de pago.

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¿En qué se van a invertir esos $650.000 millones?

Tenemos en total de 19 proyectos que buscan dinamizar la economía. Hagamos matemáticas de tienda. Dentro de las propuestas tenemos 400 kilómetros de vías adecuadas, pero 150 kilómetros cuestan $300.000 millones así que los $650.000 millones no alcanzan las expectativas.

Si hablamos de Cali Inteligente, que es un proyecto que me apasiona, no alcanza a realizarse con esos recursos, por eso veo que ese billón de pesos que esperamos del Gobierno Nacional es lo que le falta al Municipio para apalancar esos proyectos. Me preocupa que si no se consiguen los recursos nos quedemos solo con lotes comprados y sin obras por falta de plata. Por eso es necesario priorizar bien los proyectos, porque si bien el proyecto de acuerdo es para autorizar un crédito, la gente espera obras porque es lo que da empleo.

¿Qué tan real es que el Gobierno Nacional preste ese billón de pesos?

Pongámoslo de esta manera. El Gobierno Nacional está buscando prestarle a Avianca US$360.000 millones con dos variables: la conectividad aérea del país y que genere 15.000 empleos. ¿Si se pone esa situación en una balanza qué es más productivo para generar empleos? Darle esa plata a Avianca o generar un préstamo de 60 millones de dólares para irrigar en las alcaldías y gobernaciones del país y ayudarnos a generar más empleo. Si la Nación quiere impactar en la generación de empleo tiene que hacer ese préstamo.

En el caso de Cali hay que unirlo a los predios que tiene la Sociedad de Activos Especiales, SAE, en la ciudad, ya que gran parte de los proyectos de la Alcaldía tienen que ver con ello y si el Estado es flexible y permite que los predios como el del antiguo Club San Fernando se pague con cruce de cuentas o que nos entreguen esos predios y el Municipio construya viviendas y con el catastro y predial que genere se le pague a la Nación, eso nos ayudaría mucho.

¿Cómo analiza políticamente el manejo de la pandemia de los alcaldes en las principales ciudades del país?

Las tres grandes ciudades de Colombia tienen alcaldes del Partido Verde, entre comillas de oposición. Pero duélale a quien le duela, Cali es un ejemplo de la pandemia a nivel nacional, los datos son concluyentes.

Pero en el caso de Bogotá, su alcaldesa, Claudia López, comprendió que su crecimiento político se da en la medida de que ataque a Duque y de ser el álter – ego del Presidente; en el caso del alcalde de Medellín, Daniel Quintero, se ha enfrentado de manera vehemente a la clase política y empresarial antioqueña. Pero en el caso de Jorge Iván Ospina, alcalde de Cali, mantiene una posición neutra de buena relación con el Gobierno Nacional y los réditos de ese consenso se dan en la medida en que el Gobierno acceda al tema del préstamo de $1 billón. Esa es la apuesta del alcalde Ospina. Él ha avanzado hábilmente en no permitir que la ideología prime sobre la convivencia de su ciudad y así tiene que ser porque la situación económica de Cali es caótica frente a la situación de Bogotá y Medellín.

Lo escucho muy ospinista, cuando usted estaba del lado de la oposición en campaña…

Yo no voté por Jorge Iván pero él es el Alcalde de todos y el tema de la pandemia amerita que todos debemos empujar la carreta para el mismo lado. Pero con el mismo apasionamiento que tengo para apoyar las buenas ideas lo hago para controvertir si veo que no es conveniente para la causa común. En este punto nos encontramos, pero en el tema de seguridad en la ciudad tenemos una visión totalmente diferente.

¿Cuáles son los cuestionamientos que usted tiene frente a algunos proyectos dinamizadores que se contemplan construir con los recursos del empréstito?

Con el tema de un centro interespecies, es un proyecto importante pero en otro momento histórico, cuesta $12.000 millones. Yo creo en procesos e inversiones que redunden en dinamizar a futuro la economía.

Por ejemplo: el bulevar de San Antonio busca dinamizar toda la parte gastronómica y genera posibilidades turísticas, a futuro producirá ingresos no solo en su construcción, sino que impactamos económicamente. Creo que tiene que haber una inversión en el tema de seguridad ya que somos una ciudad de servicios.

La inseguridad no solo tiene un costo en vidas sino también económico desde lo que nos vale en salud, seguros, la llegada de inversión, eso tiene un impacto real dentro de las ciudades. Otro aspecto en que tenemos que invertir es en bilingüismo, hace poco llegó a Zona América una compañía que ofrecía 2500 empleos, pero se fueron porque no pudieron encontrar ese número de personas que hablaran el inglés. Allí te das cuenta que no soy tan ospinista.

¿Cuántos alcaldes futuros de Cali van a quedar endeudados con estos préstamos?

Todo depende, porque los $650.000 millones tienen tres años que no se amortiza la deuda y comenzamos a pagar en la próxima Administración. Allí es donde se está centrando la discusión en el Concejo, donde estamos viendo nuestra propia capacidad de pago versus el recaudo y las perspectivas de pagos de los caleños. La deuda sería por 10 años si se hace con la banca o de 15 o 16 años si es con bonos. Es decir, que como mínimo tres administraciones futuras tendrían que pagar la deuda.

Frente a estos nuevos proyectos preocupa la falta de estudios y que se hagan presupuestos alegres, esto después puede verse reflejado en sobrecostos y demoras.

Estamos pidiendo una priorización de los proyectos. Estamos hablando de $1 billón que esperamos nos preste la Nación pero a estas alturas es un augur. Esperemos que el Gobierno Nacional no solo piense en Avianca sino también en los municipios. Por eso estamos pidiendo dentro del estudio que se nos muestre qué tan adelantados están los estudios de prefactibilidad y diseños, algunos ya lo tienen, porque si hablamos de recuperación económica los proyectos tienen que desarrollarse en esta Alcaldía y ojalá con algunas obras empezando desde el próximo año, sino no tiene sentido llamar a ese proyecto de reactivación económica y que pase el 2021 y 2022 sin generar empleos por obras públicas cuando el desempleo lo tenemos es ahora.

La ciudad no aguantaría que se apruebe esto, pase un año y no se comiencen a ver los réditos de ese endeudamiento, por eso el compromiso debe ser efectivo y para eso debe haber organización.

Usted qué piensa del crédito que está solicitando el Municipio…

Siempre hay temor frente a los temas de endeudamiento, pero yo tengo que ser coherente porque a Armitage yo le aprobé el tema del empréstito para educación, pero lo que estamos viviendo actualmente es irreal y nos cambia nuestra visión y si bien hay temor en el crédito no hay otra alternativa para enfrentar la postpandemia porque la pobreza y el caos en que está sumida la ciudad es terrible.

Yo creo que la única manera de mitigar esos problemas es con plata. Aterra un poco por los costos, pero miremos Bogotá, ellos están pidiendo un préstamo de $18 billones, es una cosa descomunal; Medellín y Barranquilla también lo harán, en Cali también nos toca. Estamos unidos frente a un proyecto, pero eso no quiere decir que no estemos atentos al desarrollo del mismo.

Otro tema neurálgico es el MÍO, lleva casi toda su operación en crisis y ahora en pandemia es peor.

Metrocali no ha sido un apéndice para garantizar la movilidad digna de los caleños sino que ha sido una empresa al servicio de los operadores privados del sistema. Yo como concejal he aprobado casi $200.000 millones para los operadores del MÍO con el mismo sofisma: “Apruébenos esta plata que con ella salvamos al MÍO y vamos a mejorar el servicio”. Nunca se ha producido ni una cosa ni la otra. Hasta ahora no se han cumplido varios aspectos del plan de salvamento: no se aumentaron el número de buses, no incrementaron las rutas. A nosotros no nos debe interesar la suerte de unos privados. Aquí tengo que hacer una diferencia: Una cosa son los operadores con arraigo vallecaucano, que tienen disposición y otra cosa son los operadores de otras zonas del país que simplemente ven esto como un negocio y nos tienen demandados.

¿A estas alturas qué secretarios de la administración de Jorge Iván Ospina han hecho una buena gestión y cuáles se ‘rajan’?

Miyerlandi Torres se destaca, su manejo de la pandemia ha sido muy bueno, las cifras la respaldan; Argemiro Cortés ha sido muy bueno y tengo expectativas con Juan Diego Flórez.

¿Quién no me gusta?, El del Dagma (Carlos Eduardo Calderón) es muy malo, desde el tema que contagió de covid a las personas de su gabinete, hasta los hallazgos de la Contraloría; le estoy dando un compás de espera a Carlos Rojas con el tema de seguridad, pero el tiempo pasa; María Eugenia Trujillo, la secretaria de Infraestructura, desconoce la ciudad, su presentación en el Concejo sobre las obras del empréstito fue muy desafortunada.

Me preocupa que los grandes proyectos de obra pública tengan un liderazgo que no tiene claro los costos, tiempos de ejecución y fuentes de financiación... En este momento el alcalde Ospina debe mover el árbol de su gabinete porque dejar los recursos en manos de malos ejecutores, sería un drama para la ciudad.

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