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Alejandro Ordóñez, procurador General de la Nación.

ALEJANDRO ORDOÑEZ

“Eso de derecha e izquierda es una discusión estéril”, exprocurador Ordóñez

Para Alejando Ordóñez no es igual ser candidato presidencial solo como el exprocurador, que con muchas firmas

19 de junio de 2017 Por:  Argemiro Piñeros Moreno, Colprensa

Hacerse notar y mostrar que tiene peso político y no solo el rótulo de exprocurador, es el propósito que tiene Alejandro Ordóñez al anunciar que saldrá a buscar firmas por el país para que le apoyen su aspiración presidencial.

Hace dos semanas presentó esa postulación, a la cual le sumó su renuncia al Partido Conservador, del cual asegura que sus jefes se divorciaron por completo de las bases, las mismas a las que acudirá para que impulsen su candidatura.

Ordóñez es un convencido de que para el 2018 Colombia podrá tener un candidato único que salga de la coalición de los sectores que en octubre del año pasado lideraron la campaña por el No en el plebiscito que buscaba la ratificación de los acuerdos de paz. Sin embargo, plantea que si la misma no toma fuerza, podría llegar solo a la primera vuelta.

Afirma, además, que ahora su principal bandera es la familia, la cual considera el péndulo para todos los temas y no solo los morales. Dice que no es el representante de la derecha, como se le quiere enmarcar, y que hablar de educación, salud y de combatir la corrupción no es ser de derecha.

¿Por qué decidió lanzarse como precandidato presidencial?

Acepté la vía de las firmas para promover mi nombre porque de esa forma podemos hacer una convocatoria más amplia de la sociedad para lograr, en el marco de la gran coalición que logró el triunfo del 2 de octubre, concretar la aspiración presidencial.

El exsenador conservador José Darío Salazar le acompañó en el lanzamiento. ¿Le quitará entonces votos a los ‘azules’?

Las bases conservadoras, en su gran parte están en este proyecto, también hay sectores de la reserva activa, la colombiana creyente, son sectores que intervinieron en la gran coalición de octubre y ya están siendo convocados en este proyecto político.

¿Por qué su bandera de campaña es la familia?

La familia lo permea todo, está presente en todo, es el escenario natural donde se construye la sociedad. Tiene que ver con la corrupción, porque la disolución de la misma y la pérdida de valores es consecuencia de la falta de la familia. La restauración del país no se puede dar sino es con los valores en la perspectiva de la familia. Las políticas de salud, las sociales, tienen que ver con la familia, las políticas tributarias, el desbarajuste social tiene una relación estrecha con la familia, por eso no es caprichoso tomar este tema.

En febrero usted intentó volver al conservatismo, ¿se sintió solo ante sus peticiones y por eso renunció al partido?

El Partido Conservador, sus directivas, muchos de sus congresistas, han renunciado desde hace rato al ideario conservador. Esa renuncia fue lo que les permitió apoyar las políticas del presidente Juan Manuel Santos, en materia de impunidad, en lo tributario, en la vida, en el fortalecimiento del narcotráfico y la falta de institucionalidad y autoridad.

Hay que entender que esa representación política es otra, diferente a las bases. Las directivas les pidieron que votaran por Santos y lo hicieron por Marta Lucía Ramírez; les pidieron que votaran por Juan Manuel (Santos) en la segunda vuelta y apoyaron a Óscar Iván Zuluaga, y en octubre pidieron que votaran por el Sí y lo hicieron por el No. Están apoyando un gobierno que es la antítesis del ideario.

Usted le va a competir a Marta Lucía Ramírez en esas bases conservadoras, ¿cómo lo hará?

La convocatoria de este proyecto no solo se restringe a las bases conservadoras, hay muchos más sectores que se identifican. Simplemente es la coherencia, la presencia y la confianza en ese ideario conservador lo que me ha dado el afecto que he sentido de esas bases. Sin embargo, aspiro a ser el candidato de esa gran coalición y acojo las reglas de juego.

¿Cómo va esa coalición de la que tanto habla?

Nos hemos reunido reiteradamente con los expresidentes Uribe y Pastrana y los demás sectores con el objetivo patriótico de consolidar ese frente y tendremos unas reglas de juego. Aspiro que así sea y me someteré a ellas y lo haré llegando con unas firmas, 500.000, 800.000, dos millones, las que sean, para lograr el candidato de esa convergencia. Aspiro y promoveré esa unidad. Si eso no se consigue, pues cada día traerá su afán y vamos a la primera vuelta. El plan A, que me tiene con toda la disposición, es recoger firmas y quedar dentro de esa coalición. No es lo mismo estar como exprocurador que llegar con un número importante de firmas.

¿Pero sí le va tan bien recogiendo firmas no se iría solo?

Espero que quienes tenemos propuestas y similitudes logremos tener unas amplísimas mayorías, pero si la coalición no se produce, como ya lo dije, llegaré a la primera vuelta.

¿Cuál es el momento determinante para que esa coalición tenga ya definido su candidato presidencial?

Eso es mecánica política que exige tiempos, pero desde luego que el candidato de la unidad debe estar elegido este año. Esas son las urgencias y la realidad política que debe tener la coalición.

¿Será la Iglesia Católica uno de sus ‘socios’ políticos?

Institucionalmente las iglesias no acostumbran, pero sus integrantes hacen presencia, militan, entonces sectores de la Colombia creyente, no solo católicos, también evangélicos, estructuras provida, todas esas tendencias me acompañarán. Están muy entusiasmados.

¿Cómo va a hacer para que no lo identifiquen como un candidato de la derecha?

Mi propuesta es de contenido social y así lo expresé cuando me lancé, eso de derecha e izquierda es una discusión estéril. ¿Quién tiene el derechómetro del país? ¿Los medios, la izquierda?, entonces hacen una caricatura, eso es cháchara. La doctrina social de la Iglesia, no hay nada más social que la misma, está todo ahí. Por fortuna, el monopolio de los medios de comunicación se desplazó y las redes sociales cumplen una gran función social.

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