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Exministro Juan Carlos Pinzón | Foto: José L. Guzmán / El País

JUAN CARLOS PINZÓN

"Es momento de poner al país por encima de todo": Juan Carlos Pinzón

Juan Carlos Pinzón explica su postulación por firmas. Dice que la polarización impide resolver los problemas y hay que acabarla.

17 de septiembre de 2017 Por: Redacción de El País 

El exministro de Defensa Juan Carlos Pinzón, quien recorre el país en busca de las firmas para respaldar su candidatura presidencial en las elecciones de 2018, considera que hay que acabar con la polarización que existe en el país y trabajar por unir a los colombianos y darles respuesta a los problemas que los afectan, entre ellos la inseguridad, la economía y la corrupción.

Pinzón dice, además, que la gente está muy molesta por todo lo que está pasando en el país y por eso quiere un cambio, tras indicar que aunque quiere la paz, le mejoraría algunos aspectos al acuerdo que le puso fin al conflicto con las Farc.

¿Cómo va la recolección de firmas?

Vamos bien. Estamos recorriendo el país, tenemos voluntarios en más de diez ciudades, gente que sale, que quiere que el país cambie, que creen que llegó la hora de un cambio generacional, de un cambio de jefaturas políticas. Yo nunca he participado en un proceso electoral, no vengo de ninguna casta política, ni formé parte de las directivas de ningún partido. Tal vez lo que sí represento es cambio generacional, pero al mismo tiempo experiencia porque me ha tocado, a pesar de los años que tengo, que ya no son tan pocos, tomar muchas de las decisiones más difíciles en el país. Me tocaron los presupuestos más grandes que tenía el país, y creo que, con mucha satisfacción, uno le puede dar la cara a Colombia y decir: ahí produjimos resultados, lo hicimos también en la Embajada en EE. UU.

Usted está recorriendo el país, ¿cuáles son los problemas que más afectan a la gente?

Son tres temas: la economía donde hay una gran desaceleración; la inseguridad preocupa mucho, la sensación de impunidad es altísima, y otro es la corrupción. La primera manera de luchar contra la corrupción es probar que sí hay funcionarios que pueden ser totalmente limpios y transparentes. Puedo decirle eso a Colombia, que yo luché contra la corrupción como ministro, metimos a la cárcel gente con procesos de corrupción y pudimos crear una línea gratuita donde la gente llama de manera anónima a denunciar, esas cosas sí se pueden.

¿Qué piensa de la proliferación de candidatos a la Presidencia por firmas?

Hablo por mí. Nunca aspiré a un cargo por elección popular y no participé de las directivas de ningún partido. En mi sentir, viendo la polarización que hay en el país, los problemas que tiene la gente y la ausencia de respuesta por parte de los partidos, sentí que tenía que hacer un esfuerzo por encima de los partidos y más allá de estos. Y, por otro lado, por este esfuerzo de querer servirle al país, lo que tenía que hacer es pedir el apoyo ciudadano y es lo que estoy haciendo.

No quiero ser crítico ni irrespetuoso con nadie, pero creo que cada quien es bien diferente en esto, aquí hay gente que ha formado parte de la política por muchos años, no sé por qué razón están escogiendo las firmas. Yo sí lo tengo claro, decidí que es momento de poner al país por encima de todo, por eso nuestro movimiento se llama ‘Todo Colombia’. Yo seré candidato solo si los colombianos así lo quieren.

¿Cómo ve a los partidos políticos?

Todos los partidos están golpeados por la politiquería, por la corrupción, no significa que todo el mundo esté en eso, el desprestigio está ahí y me imagino que muchos están huyendo de eso, no es mi caso. Esto es un tema propositivo, de mirar hacia adelante, es pedirle a los colombianos que hagamos causa común por el país.

Pese a que fue Ministro de Defensa, no es el más popular en las encuestas, ¿qué piensa de eso?

Acabo de llegar. Llevo aquí un poco más de un mes y vengo recorriendo el país. Lo que notó cada vez que hablo con la gente es una amabilidad y consideración especial. Cuando la gente recuerda lo que fueron mis posiciones y mis acciones en el Ministerio de Defensa, inmediatamente hay una reacción positiva. Noto que la gente quiere cambio y cuando ven a alguien, que de una u otra manera aún tiene la energía, la fuerza, la juventud y al mismo tiempo la experiencia, que no pertenece a castas políticas, ni ha participado en la política, sino que es un ciudadano como cualquier otro dicen: oiga hay que hacer algo. Creo que nuestra opción de una u otra manera es representativa de lo que siente el ciudadano.

Muchos lo veían como candidato de la U. ¿Cuál fue la razón para no buscar eso, quiso desligarse del presidente Santos?

Mis razones fueron claras y directas. En relación a mi tiempo en el Gobierno nunca he cambiado de posición, siempre consideré que había que negociar la paz mejor de lo que se hizo, siempre fui afirmativo en haber sido más exigente con las Farc, no me parece bien que se hubiera debilitado a las Fuerzas Armadas para entrar en el proceso, mientras estuve, siempre tuve mi posición clara en ese sentido.

Y en mi condición de embajador, más que representar un gobierno, representaba un país y me aseguré que logramos tener más recursos desde EE. UU. para Colombia.

Cuando llego al país siento el llamado de servirle a Colombia, porque creo en el país porque lo tiene todo y ha probado que es capaz de todo.
Yo amo mi país. Cuando empiezo a ver esta polarización que impide resolver los problemas y que es una pelea entre jefes políticos y está fortaleciendo sectores extremistas, o el estancamiento económico que veo de largo de plazo, decido entrar a participar y buscar el apoyo del ciudadano de a pie.

Yo no quiero estar sometido o depender de jefes políticos, reitero, no todo el mundo es un corrupto, pero los casos que se están viendo son inaceptables. Me siento muy tranquilo de tomar distancia y diferenciarme de esos comportamientos.

Usted se distanció del presidente Santos, incluso criticó el proceso de paz y por eso lo han llamado traidor. ¿Cómo recibe ese calificativo?

Nunca he tenido la posición diferente a la que tengo hoy, ni dentro ni fuera del gobierno. Nunca el gobierno recibió de mí ninguna recomendación diferente a las que fueron conocidas. Recomendé mantener la lucha contra el narcotráfico, no se hizo y ahora el país está inundado de coca; recomendé mantener la fortaleza en la lucha contra las Farc hasta el último momento porque de eso dependía haber tenido una mejor negociación, no se hizo caso. Y en materia de justicia consideré que, así como defendí el hecho que nuestros militares y policías tuvieran la posibilidad de tener una solución judicial, eso tenía que hacerse en dos tribunales, al hacerse en uno hay muchas dudas sobre lo que se puede venir hacia adelante.

¿Cuáles fueron las verdaderas razones de su distanciamiento con el Presidente?

No creo que haya razones diferentes a las que acabo de decir. Le soy franco, me he puesto en la tónica de concentrarme en lo importante: la gente en la calle, un recorrido por Colombia. Este país lo conozco de esquina a esquina, pero en este recorrido nuevo que estoy haciendo en pueblos y ciudades se nota que la gente esta muy molesta y furiosa por la falta de solución a los problemas.

Hay un problema económico muy serio de empleo y de ingreso; hay un problema en seguridad muy delicado, la gente siente que hay impunidad frente a los crímenes que se cometen en la calle todos los días. Siente que el problema de la salud es muy grave, es decir, que no hay la atención ni la calidad en el servicio; en educación la gente siente que manda sus muchachos con esfuerzo a estudiar y no consiguen el empleo acorde con lo que estudiaron. Y la corrupción requiere alguien que tenga la fuerza, la firmeza para coger el toro por los cachos y sentarlos como hicimos con los jefes terroristas, así hay que hacer con los jefes de la corrupción.

¿Y cuál es su fórmula para acabar con la corrupción?

Si soy Presidente, voy a liderar una campaña de valores donde voy a convocar a gremios, medios de comunicación, sector privado, academia, sindicatos, ONG, a la sociedad, para que todos los días hablemos de valores, que a la gente le vuelva a dar pena hacer cosas incorrectas, llegó la hora de volver a hacer lo correcto para que la gente sienta tranquilidad y satisfacción.

Hay que crear cuerpos élite, como hice para golpear grandes amenazas terroristas, unidades especializadas en inteligencia contra corruptos, tenemos que penetrar esas redes de corrupción develarlas, judicializarlas y meterlos a la cárcel. Hay que acabar con casa por cárcel para los corruptos. Expropiar hasta el último peso de bienes obtenidos con corrupción. Ahí hay que perseguir, los corruptos no ponen los bienes a su nombre, los ponen en fondos internacionales, hay que buscarlos y que se creen procesos de expropiación. Y por último, crear un fondo para que esos recursos entren y se financie la educación de los niños más pobres del país. También crear recompensas para que denuncien y así golpear la corrupción.

Por sus posiciones lo ven cerca al uribismo. ¿Llegaría hacer alianza con ese sector?

Siento que el país está muy polarizado, que hay unas peleas muy fuertes, y por lo mismo creo que el país tiene unas nuevas mayorías y quiero intentar con esas mayoría, que están en la calle. La mayor parte de la gente siente que no tiene un partido político, precisamente eso es lo que queremos representar un esfuerzo por encima de los partidos, pero también cabe gente de los partidos, hay gente buena en el Conservador, en la U, en el Centro Democrático, en el Liberal, en Cambio Radical, en los Verdes, que sean bienvenidos los que quieran trabajar por Colombia, no por los intereses particulares privados o los egos políticos.

En el 2018 Colombia necesita un Presidente que no sea el títere ni el heredero de nadie. Yo estoy dispuesto a no ser ese tipo de presidente, soy una persona con criterio y carácter propios y firmeza probada.

¿Qué le mejoraría al proceso de paz?

Sobre la paz he dicho cuatro cosas: la primera que eso se pudo negociar mejor, yo tuve mis opiniones sobre eso, pero no siempre fueron escuchados. La segunda, a un presidente no lo eligen para que escoja cuáles leyes cumple y cuáles no, lo que sea ley de la República, lo tiene que cumplir. Tercera: el Presidente también tiene la obligación de hacer cumplir la ley, yo no estoy de acuerdo con estas burlas permanentes de esta gente (Farc) de mantener caletas y querer estar en la política, de mantener dinero criminal y no explicar de dónde financia megaeventos como la convención, conciertos, eso es inaceptable, eso ofende al pueblo, un pueblo donde las señoras que son madres cabeza de familia les toca dejar a sus hijos desayunados y salir a coger un transporte urbano, sufrir, llegar a que la regañen al trabajo, volver a las 9 de la noche y el Estado no le da nada, y unos tipos como estos, se dan el lujo de burlarse de Colombia. Eso no puede ser y sí voy a ser muy claro en qué quiero la paz, en que cumpliré los acuerdos, pero exigiendo. Todo el mundo reconoce que los acuerdos pueden ser mejores, entonces para traer inversión a esas regiones necesitamos mejorar esos acuerdos.

Unidad

¿Cómo se puede volver a unir al país, dividido por el proceso de paz?

Por eso estoy aquí. Hay que superar esa etapa, hay que dedicarse a hablar de los problemas de la gente. Llevamos en esto siete años, eso fracturó el país, hay que concentrarse en los problemas de 50 millones de personas. El próximo presidente tiene que ser alguien capaz de sentar a todas las partes y hablar con ellas, no convertir a unos enemigos y a otros en amigos, esto no se puede hacer por bandos. El gobierno tiene que ser capaz de tener una sombrilla, lo más amplia posible, para que quepa todo el país y debatamos sobre los problemas, que haya consenso.

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