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El mototaxismo en Popayán se multiplica sin control

A las autoridades locales se les complico la regulación, mientras tanto los ‘mototaxistas’ ya están pensando en empresa.

2 de febrero de 2012 Por: Ximena Mosquera - Javier Muñoz | Especial para el País

A las autoridades locales se les complico la regulación, mientras tanto los ‘mototaxistas’ ya están pensando en empresa.

Por las calles de la ciudad a diario se escucha la voz de cientos de personas que, al ver a los transeúntes de cualquier andén, apuntan a ofrecerles su servicio. “¿Moto?” – dicen levantando las cejas o señalando con su dedo. Algunos los llaman ‘motorratones’, otros les dicen ‘mototaxistas’, personajes que en el casco urbano pasaron de ser 60 para el año 2006 a un promedio de 2.000 en solo 6 años. Sectores privados, entes oficiales y un número de ‘mototransportadores’ agremiados, coinciden en señalar que la causa principal para el alto crecimiento de este fenómeno, es la falta de interés de las autoridades locales para hacer cumplir las normas vigentes de ámbito nacional. En el año 2002 aparece la Ley 769, donde se establece sanciones al conductor de motocicleta que decida utilizarla para el transporte público de pasajeros. Posteriormente, el Gobierno Nacional expide el Decreto 2961 de 2006, el cual le brinda la posibilidad a las administraciones locales de restringir el acompañante parrillero en las zonas donde se ofrece este servicio. En Popayán solo se aplicó “pañitos de agua tibia”, como dice Francisco Luna, asistente de gerencia de la empresa Transpubenza. El pico y placa, la restricción del parrillero en el centro de la ciudad y la revisión de documentos del conductor y su moto, fueron algunas de las medidas que tomó la anterior administración municipal, la cual, según Luna, no atacó frontalmente este fenómeno, porque se podía afectar a miles de motociclistas que no ejercían la actividad informal.Pero esos controles no fueron suficientes para evitar la proliferación del mototaxismo. En los últimos años, Popayán se fue convirtiendo en una de las ciudades con mayor número de desocupados, cerrando el año 2011 como la ciudad con el más alto índice de desempleo. Ante este panorama, varias personas decidieron salir a ofrecer el servicio de mototaxi, para recuperar lo que dejaron de ganar o para empezar a ganar lo que nunca habían ganado.Cuando el negocio se hizo rentable se volvió atractivo por los ingresos, la poca inversión y la flexibilidad en el horario. Ahora la ciudad está poblada de trabajadores de Piendamó, El Tambo, Timbio e incluso de Santander de Quilichao, desde donde la gente sale a trabajar en el día y, por la proximidad geográfica, regresan antes de que avance la noche. Para ir más allá de la epidemia de piojos, que supuestamente se daba por el uso de un casco compartido, se puede referenciar como consecuencia del ‘mototaxismo’, la pérdida económica que experimentaron las empresas de transporte público en los últimos años. Según el asistente de gerencia de la empresa Transpubenza, Francisco Luna, cada mes un colectivo dejó de recibir en promedio dos millones de pesos, tarifa que se hace necesaria para completar lo que se tiene que pagar por la circulación legal. Sumado a eso, el subteniente de Transito Urbano, Wilber Ferney Ortiz, comenta que hasta finales del año 2011 se pusieron un promedio de 3200 comparendos, todos por el hecho de usar la moto como un servicio de transporte público. Y dentro de las estadísticas de accidentalidad, el oficial Ortiz no duda en decir que a finales del mismo año hubo un promedio de 67 accidentes con heridos de ‘mototaxismo’. Los mototaxistas desde adentroParece contradictorio, pero en la ciudad también existe un grupo numeroso de mototaxistas que piden que se ejerza control real e inmediato sobre esa actividad. Varios de ellos, como Héctor Fabio Muñoz, representante de la Asociación de Motociclistas del Cauca, Asomocauca, han liderado procesos de organización con el fin de acabar “con todos esos acaparadores del negocio”. Para ellos, la amenaza se encuentra en esas personas que compran más de una moto, le pagan a un conductor y se sientan a esperar a que el dinero les llegue sin trabajar. Por eso, en su agenda también proponen que se legalice el servicio de un ‘mototaxismo’ organizado, donde trabaje la gente que en realidad lo necesita. Además, piden que se haga cumplir la ley donde se menciona que solo el propietario es quien puede andar la motocicleta, y que el sistema de pico y placa de verdad sirva para regular el tránsito vehicular. ¿Qué si aun sabiendo que la actividad es ilegal piensan dejar el negocio? Ese es un planteamiento que queda fuera de juicio. Según Héctor Fabio Muñoz, el servicio de ‘mototransportadores’, que lleva ejerciendo por más de cinco años, contribuye a la economía local con cifras cercanas a mil millones de pesos. “Las tiendas de la esquina, los puestos de comida, las vulcanizadoras y los talleres de mecánica” son los que se sostienen gracias al movimiento de esta economía. Además, así como lo menciona Jairo Andrés Patiño, un excomerciante que se dedicó al ‘mototaxismo’, a pesar de que la actividad es informal la gente guarda la esperanza de que se convierta en una empresa de transporte público. Algunos ya empezaron a prestar servicios de transporte puerta puerta, otros están a la espera de convertirse en una empresa de domicilios y mensajería y la gran mayoría seguirá recorriendo las calles de la ciudad hasta encontrarse con un pasajero con quien negociar. Las medidas de la nueva Administración El Secretario de Gobierno Luis Guillermo Céspedes afirma que es muy poco lo que se puede hacer desde la Alcaldía Municipal, porque se enfrentan a un fenómeno que crece a pasos agigantados. Lo que implica que aunque se tenga la autonomía local, solo se regirá con las normas nacionales. A partir del primero de febrero empezaron a regir las nuevas modificaciones al decreto de pico y placa en la ciudad. Esta vez se estableció que las motocicletas, vehículos particulares y de servicio público con placas terminadas en número par, podrán transitar por toda la ciudad desde las 7 de la mañana, hasta la 1 de la tarde, y las que terminan en número impar podrán hacerlo desde la 1 hasta las 7 de noche. Adicional, se empezará a exigir el uso del chaleco reflectivo, se hará control a la circulación de motocicletas desde las 11 p.m. hasta las 5:00 a.m y se prohibirá, de Lunes a Domingo, la circulación con parrillero por el centro de la ciudad. Las sanciones pueden alcanzar los 15 SMLV y la inmovilización del vehículo. Vea también:Córdoba, 'cuna' del mototaxismo en Colombia: Descargue el documento en formato PDF (783 KB)

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