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Vuelve y juega...

Un espectáculo deportivo que debería ser sinónimo de fiesta como lo es el fútbol, se ha convertido en escenario de...

7 de abril de 2016 Por: Anónimo .

Un espectáculo deportivo que debería ser sinónimo de fiesta como lo es el fútbol, se ha convertido en escenario de intolerancia y violencia por cuenta de quienes se hacen llamar hinchas.A pesar de las sanciones y la firma de acuerdos de no agresión, los desórdenes se repiten lo que lleva a pensar que no se han conseguido grandes avances para solucionar el problema.En menos de una semana se han reportado tres incidentes en los estadios del país. El jueves anterior, en el partido de Millonarios contra Nacional, seguidores del equipo capitalino amedrentaron a dos menores que no estaban vistiendo la camiseta azul.El domingo, cuando jugaban Once Caldas y Millonarios en Manizales, barras bravas del equipo azul se enfrentaron entre sí por una camiseta que arrojó un jugador a la afición y para rematar, Javier Torrente, técnico del Once Caldas, golpeó a hinchas de su equipo que lo increpaban desde las graderías.El resultado de estos actos es el cierre de tribunas en los estadios Atanasio Girardot y El Campín para partidos del Nacional y Millonarios, respectivamente. También se sus pendió a Javier Torrente y se impusieron multas económicas a los equipos.Todos son actos reprochables, que nacen del comportamiento de algunos desadaptados y en ocasiones incluso desde los mismos equipos, causándole daño a un deporte que debería ser motivo de alegría y unión en sus estadios.

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