¿Vale la pena?

De los siete millones de tarjetones que la Registraduría Nacional dispuso para las consultas internas de los partidos políticos, solo un millón fueron usados por los colombianos. Un resultado que no justifica los $18.000 millones que invirtió el Estado para realizarlas y que deja la sensación de lo inútiles que terminan siendo estas consultas.Aunque se entiende que el propósito es bueno porque se trata de un ejercicio democrático para definir los candidatos de los partidos políticos, el hecho de que el 90% de votantes se abstenga desdice la intención y refleja el desinterés de los colombianos.Ante la realidad, vale la pena preguntar si el Estado debe asumir ese costo. Este es uno de los casos a revisar si se hace una reforma política, pues de no hacerlo lo que podría acabarse es la credibilidad sobre las consultas como ejercicio verdaderamente democrático.