Si por acá llueve...

Visto desde la perspectiva estatal, la inteligencia implica tener acceso a información reservada, no necesariamente de carácter judicial, con el fin de propender por la seguridad de una nación.De ahí que, pese a la gravedad de lo que se ha conocido sobre las ‘chuzadas’ del DAS, esa la labor es más frecuente de lo que se cree.Así lo demuestra la denuncia del diario Le Monde, que asegura que la Presidencia de Francia lo espió para identificar la fuente que filtró la información relacionada con el escándalo que rodea a la multimillonaria Liliane Bettencourt y al actual Ministro de Trabajo. Y también el caso argentino, cuyo Gobierno lleva dos años recopilando datos para desprestigiar el grupo Clarín.En escenarios como esos, y cuando viola la intimidad de las personas, el espionaje puede ser demoledor para la credibilidad y la estabilidad de un mandatario, tal como le ocurrió al ex presidente estadounidense Richard Nixon.