Si en Francia llueve...

En Grecia no escampa. Ahora, los electores se hicieron sentir, derrotando a la coalición que aprobó las duras reformas para superar la crisis económica.Así tambalea la tecnocracia que acreedores y socios de la Unión Europea le impusieron al Estado griego como requisito para acudir en su salvamento.Y se abre la puerta para que se impongan decisiones que consulten más la realidad social y la necesidad de reavivar la economía y menos la obligación de reducir el déficit fiscal y responder a los acreedores de la que es considerada la cuna de la civilización occidental.Semejante resultado pone a pensar en la posibilidad casi inevitable de que Grecia abandone el Euro, poniendo en riesgo la existencia de la moneda única en el Viejo Continente.