Sanción esperada

Tras comprobar que la multinacional Drummond arrojó al mar toneladas de carbón era de esperar que el Gobierno le suspendiera el permiso para cargar el mineral por tiempo indefinido.Sin embargo, la medida no es suficiente porque la empresa deberá recuperar el ecosistema lesionado. La sanción que se le imponga debe ser justa y ejemplar, más aún cuando ha reincidido en el transporte inadecuado de carbón.En el 2007 el Gobierno la multó con $270 millones por movilizar el mineral en barcazas inseguras que generaban derrames y por transportar más carbón de lo autorizado.Con tales antecedentes el Estado tiene la obligación de vigilar de manera permanente no sólo a esa compañía sino a todas las que explotan los recursos naturales del país.La responsabilidad social empresarial parte de respetar el derecho a un medio ambiente sano y sostenible que no afecte la calidad de vida de los colombianos.