Respeto por los viajeros

Colombia sigue padeciendo los perjuicios del paro decretado hace 20 días por el sindicato de pilotos de Avianca.

Y no se vislumbra una salida pronta, a pesar de que el cese de actividades fue declarado ilegal por el Tribunal Superior de Bogotá, tanto por tratarse de un servicio público esencial como por los vicios de forma en su convocatoria, toda vez que no fue decretado por la mayoría de los afiliados al sindicato de Acdac.

Entendiendo que los huelguistas tienen derecho a apelar la decisión y que se debe respetar el debido proceso, el país no puede seguir siendo rehén de quienes persisten en el paro a sabiendas del traumatismo que les causan a los usuarios del transporte aéreo así como a sectores de la economía relacionados con esa actividad.

Hay maneras de resolver las diferencias entre la empresa y sus trabajadores, pero para ello se necesita que los involucrados tengan sentido de las proporciones.

Porque hasta donde se sabe, los tripulantes de esa aerolínea trabajan en condiciones labores que no desconocen sus derechos ni sus necesidades.

Por ello no se puede aceptar que sigan manipulando un servicio declarado como esencial, con el fin de lograr sus intereses.

Antes que defender a Avianca, se trata de que se respete el derecho de los colombianos a que se les brinde un transporte aéreo seguro, con disponibilidad y que cumpla con sus itinerarios.