Reformas, no aplazamientos

La elección de directores para las Corporaciones Autónomas Regionales, que se rigen por los estatutos de las entidades y deben cumplir con unos términos, no debería ser el problema que acapare la atención del Gobierno Nacional. En lugar de pedir aplazamientos de las elecciones, su preocupación debería centrarse en adelantar las reformas pospuestas por tiempo indefinido y que tanto necesitan las CAR para que cumplan a cabalidad el propósito para el que fueron creadas.En medio de una situación crítica como la que se vive por el Fenómeno de El Niño, queda demostrada la ineficiencia de esas entidades.Que en muchos casos se han convertido en nichos de politiquería, clientelismo y corrupción, por donde se evaporan los recursos destinados a proteger el medio ambiente, preservar los recursos naturales y generar desarrollo en las regiones.