¡Qué vergüenza!

Desde que llegaron a las competencias internacionales, los ciclistas colombianos han merecido el reconocimiento por el juego limpio.

Tanto así que hoy no hay un equipo grande que no tenga o aspire a tener a un corredor nacional en sus filas.

Además, están siempre entre los más opcionados para disputar el título de las competencias en las que participan.

Sin embargo, en la Vuelta a Colombia hay ciclistas que acuden a la trampa para ganar.

Prueba de ello son los ocho casos de corredores que dieron positivo a las pruebas de dopaje en la competencia de este año.

No es la primera vez que esto sucede, pues cinco de los ganadores de la Vuelta en años anteriores fueron sancionados porque se les comprobó el uso de sustancias prohibidas para superar a sus rivales.

Los ocho casos descubiertos no tienen precedente en ninguna competencia del mundo.

En un país cuyos ciclistas han convertido en potencia mundial gracias a sus esfuerzo limpios y sus éxitos, el descubrimiento de ese doping masivo debe producir el rechazo y la indignación.

Y tiene que llevar a preguntar qué están haciendo las autoridades del ciclismo nacional para evitarlo .

La Federación de ciclismo de Colombia y Coldeportes deben tomar medidas para acabar la costumbre de hacer trampa mediante el doping.