Que no se repita

La historia del río Dagua, devastado por la explotación minera, podría repetirse en la quebrada San Pablo, tributaria del río Pance, si el Municipio y la CVC no emprenden las acciones necesarias para evitarlo.La CVC prendió las alarmas sobre al arribo a la zona bañada por el afluente, de hombres y maquinaria pesada que pretenden encontrar oro en sus aguas.Actividad que provocaría graves perjuicios en los ecosistemas de una zona especialmente protegida por la normatividad ambiental por hacer parte del Parque Nacional Los Farallones.Ni el Municipio, ni la CVC, máxima entidad ambiental del Departamento deben desentenderse de su obligación de proteger una zona tan rica en biodiversidad.Ni lavarse las manos, pasándose los unos a los otros la responsabilidad de enfrentar el problema. Aún es tiempo de evitar que la triste historia del río Dagua se repita en la quebrada San Pablo.