Por la vida y la convivencia

A la Fuerza Pública se le debe reconocer el trabajo que viene realizando para disminuir los índices de violencia e inseguridad en el Valle.

Comparados con el año anterior, en el 2016 los homicidios, las muertes en accidentes de tránsito, los suicidios y las muertes accidentales, se redujeron en un 20%.

Aunque es un resultado positivo, no se puede negar que las cifras aún son preocupantes y se requiere de un esfuerzo mayor para lograr la tranquilidad del Departamento.

Una parte importante de los 2291 asesinatos que se presentaron en el Valle tienen su origen en el narcotráfico, que desata guerras y vendetas, y que demandan de acciones decidas por parte de la Policía.

Pero otro porcentaje de las muertes violentas nace de los problemas de convivencia, o como sucede en los accidentes de tránsito, por el consumo de alcohol o la irresponsabilidad de quienes conducen.

En todos los casos es esencial el apoyo de las autoridades locales y de las comunidades, así como garantizar que la Justicia cumpla con su función de dirimir los conflictos y emitir con prontitud sus fallos.

Para mejorar la convivencia ciudadana, más que de medidas policivas se requiere de acciones que eduquen a los vallecaucanos en el respeto a las normas, a sus congéneres y a las autoridades.

En ello tienen un papel importante el nuevo Código de Policía, que bien divulgado enseñará a acatar las leyes y a mejorar las relaciones entre los ciudadanos.