Peregrinación por los cerros

La peregrinación que hoy emprenden miles de feligreses hacia los cerros tutelares de Cali es también una la oportunidad para reconocer el estado en que estos se encuentran y empezar a cumplir las promesas de recuperarlos.

Lo primero es hacer las recomendaciones de siempre a quienes suben a las Tres Cruces y a Cristo Rey.

Ni el licor ni los excesos son buenos compañeros en los ascensos que se realizan durante estos días de Semana Santa.

Ante todo debe garantizarse la seguridad de los caminantes, por lo cual se debe actuar con prudencia y responsabilidad durante los recorridos.

Para ello hay que seguir los caminos autorizados, en los horarios establecidos y acogiendo las recomendaciones de las autoridades y organismos de socorro.

De igual forma hay que respetar el entorno de los cerros y evitar hacerles un daño mayor al que ya presentan.

Basta mirar alrededor para entender el deterioro progresivo que presentan estas lomas que vigilan a Cali.

Por décadas ellas han sido sometidas a la depredación, a las invasiones imparables o a los incendios provocados que arrasan con su capa vegetal.

El abandono y el olvido son los peores males que se ciernen sobre esos cerros tutelares.

Por eso hay que aprovechar un día como hoy, en el que tantos llegan con fervor hasta sus cimas, para pedir por su recuperación y rogar para que la verde vida regrese a ellos como antaño.