Multinacionales del mal
España es ahora el escenario de un escándalo de corrupción que traspasa fronteras y tiene largos brazos capaces de atravesar océanos y continentes.
España es ahora el escenario de un escándalo de corrupción que traspasa fronteras y tiene largos brazos capaces de atravesar océanos y continentes.
La investigación sobre la denominada ‘Operación Lezo’ da cuenta del saqueo por 23 millones de euros a Canal de Isabel II, una de las empresas públicas más rentables de España, encargada del manejo de aguas en Madrid y con varias filiales en Colombia .
Según los jueces del caso, tras los robos estaría una organización criminal liderada por el expresidente de la Comunidad Autónoma de Madrid Ignacio González, quien fue capturado junto a 11 personas más.
Si como se afirma, los actos de corrupción se realizaron a través de sus filiales en América Latina, son varios los interrogantes que se deben responder en nuestro país, donde la compañía española maneja empresas de servicios públicos como la Triple A de Barranquilla, Metroagua de Santa Marta y Asaa de Riohacha.
Ello demanda una investigación en Colombia que determine si hubo hechos fraudulentos, cómo se hicieron, cuánto tiempo llevan, quiénes son los socios colombianos y si el país fue utilizado para lavar activos ilegales.
Además se debe conocer si hay alcaldes, funcionarios públicos o personajes políticos metidos en esa trama delictiva.
Igual que pasó con Odebrecht, el ‘caso Lezo’ muestra otra forma de operación de las multinacionales de la corrupción que aprovechan la globalización y no tienen límites para cometer fechorías en cualquier lado del mundo.