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China se volvió un país viejo y no sólo como consecuencia de ser una nación milenaria y de las...
China se volvió un país viejo y no sólo como consecuencia de ser una nación milenaria y de las más antiguas del mundo.La política del hijo único, impuesta en 1970 por el régimen comunista, llevó a que hoy nueve de cada diez chinos sean mayores de 60 años, el índice más alto del planeta.Si bien en su momento la medida permitió regular el crecimiento poblacional de una nación con altísimos índices de pobreza y una economía precaria, sus efectos negativos comienzan a sentirse ahora en la bonanza.Entre otros, hay menos fuerza laboral productiva y la soledad le está pasando factura al grueso de la población que no tiene ni siquiera primos o tíos o pareja para relacionarse.Al abolir la medida, el gobierno de China espera rejuvenecer a su país, lo que será posible si sus ciudadanos se acogen a la oportunidad de crecer las familias, teniendo dos hijos.