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¿Libertad?

Ese caso aberrante y otros igual o más graves que ocurren a diario en Cali o en cualquier ciudad de Colombia, hacen reflexionar hasta dónde se permitirá llegar con aquello del derecho al libre desarrollo de la personalidad.

19 de septiembre de 2018 Por: Editorial .

Más que indignación debería causar el video en que se ve a tres adolescentes cuando fuman marihuana delante de una menor de cuatro años, le echan el humo en la boca, le ofrecen un dulce para que se deje y se burlan de la situación.

Ese caso aberrante y otros igual o más graves que ocurren a diario en Cali o en cualquier ciudad de Colombia, hacen reflexionar hasta dónde se permitirá llegar con aquello del derecho al libre desarrollo de la personalidad.

Con esa justificación que está en boga en el país para no condenar situaciones y actitudes nocivas, se le está haciendo un daño enorme a la sociedad.

Todo lo que rodea el caso de la niña es penoso: la manera en que la manipulan para drogarla, el hecho de que quienes consumen la marihuana sean a su vez menores de edad y que alguien grabe las imágenes y las difunda en las redes sociales en lugar de impedir lo sucedido.

Es el reflejo de cómo se han perdido o tergiversado los valores más esenciales, aquellos sobre los que se basan el respeto así como la sana convivencia en una comunidad.

Por supuesto hay que imponer los castigos a que haya lugar a quienes participaron de estos hechos.

Pero ante todo hay que preguntarnos cómo estamos actuando en sociedad, si bajo el amparo del libre desarrollo de la personalidad se continuarán admitiendo comportamientos nocivos o si seremos capaces de dar el giro que se necesita para educar mejor y con mayor conciencia a las nuevas generaciones.

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