Las tragedias de los camperos

En una ciudad como Cali, con 800 camperos de servicio público registrados, resulta alarmante que entre el 2009 y lo que va del 2010 se hayan registrado 1.660 accidentes en los que estos vehículos han estado involucrados.El transporte en los llamados ‘yipetos’ es fruto de la informalidad, que crece sin que las autoridades puedan controlarlo a pesar del número de accidentes y de las quejas tanto de los usuarios como de quienes deben competir con ellos por las vías de la ciudad.El problema no es si trabajan o no, o si los camperos suben a los lugares donde el resto del transporte público caleño no llega.Lo que se tiene que garantizar es la seguridad de quienes viajan en esos vehículos, para que no se presenten accidentes como el de hace 10 días en la vía a Pichindé, donde fallecieron 4 personas y 10 más resultaron heridas.Si a los camperos no se les mete en cintura y se les obliga a cumplir las normas, Cali seguirá lamentando las tragedias que causan.