La reversa de Correa

El presidente del Ecuador, Rafael Correa, armó todo un escándalo en abril cuando se conocieron los cables de WikiLeaks en los que el Gobierno de Estados Unidos denunciaba una presunta corrupción en la Policía de ese país.Su decisión inmediata fue echar a la entonces Embajadora estadounidense y congelar las relaciones con esa Nación.Una más de sus reacciones populistas de Correa, que no se detiene a pensar en las consecuencias económicas y de relaciones internacionales para su país.El jueves anterior, de forma callada y tratando de darle el más bajo perfil, Ecuador reanudó las relaciones con Estados Unidos, aceptó el nombramiento de un nuevo embajador y a su vez designó embajadora ecuatoriana en el país norteamericano.Una decisión que beneficia a Ecuador, y que demuestra la inutilidad del escándalo que armó su Presidente por los cables de WikiLeaks.