Huele mal

Preocupa que Acuavalle tan sólo haya ejecutado en un 20% el Plan Departamental de Aguas a pesar de contar con la infraestructura y la experiencia para hacerlo.Pero inquieta aún más que esa demora coincida con la futura adjudicación que la entidad piensa hacer del contrato con el que busca cederle a un ‘operador’ privado el manejo de acueductos en el Valle, misión para la cual Acuavalle fue creada y que ha cumplido exitosamente por 51 años. Al operador se le cederán, además, derechos tarifarios por 20 años, lo que para muchos significa una manera soterrada de privatizar Acuavalle. ¿Acaso el paso siguiente es entregarle el manejo y control de los proyectos de acueducto y alcantarillado que se construirán gracias al Plan Departamental de Aguas a ese ‘operador’? De ser así no sería más que una demostración de cómo el poder corruptor del clientelismo puede poner en riesgo un proyecto de salud pública que debe beneficiar a tres millones de personas.