¿Hasta cuándo?

La Contraloría General de la República denunció este martes el sobrecosto en la adquisición de alimentos para colegios públicos en 17 regiones del país.

El caso llega hasta el punto en que en 2016 la compra de pechugas de pollo en Cartagena costó 40.000 pesos la unidad y más de 32 millones de raciones se dejaron de entregar por demoras en la contratación y la ejecución en los recursos.

No es la primera vez que se denuncian estos casos en el Programa de Alimentación Escolar, pues el mismo ente de vigilancia adelanta desde 2015 esta labor.

A pesar de las revelaciones reiteradas acerca de la corrupción que se presenta en el PAE, estos hechos siguen repitiéndose sin que se pueda impedir.

Si se saben las causas, quiénes son los responsables y de qué manera lo hacen, ¿por qué no se toman las medidas necesarias para que esto no suceda y solamente aparece la Contraloría para hacer las acusaciones cuando el daño ya está hecho y el dinero ya se ha perdido?

La explicación estaría en la falta de controles y en haberle entregado la administración de este programa al clientelismo.

Y los perjudicados son los niños que estudian en los colegios públicos, quienes dejan de recibir una alimentación que la pagan todos los colombianos mediante los impuestos.

Por eso hay que tomar decisiones para frenar los malos manejos del PAE.

De lo contrario, los entes de control seguirán interviniendo cuando ya no hay forma de recuperar los recursos.