En todas partes

Estados Unidos presenta la otra cara del cambio climático: la de las tormentas de nieve que tienen paralizado al país.Los aeropuertos en el norte y en los estados del sur, poco acostumbrados a esos avatares, están cerrados; mientras la gente se encuentra confinada en sus casas, sin poder salir ni a la esquina. Es el contraste del mismo problema que durante seis meses ha golpeado a Colombia, a causa de la peor temporada invernal de su historia como república.O el que vive a Haití, por los embates de los huracanes que en cada temporada se hacen más potentes.La diferencia es que Estados Unidos tiene los recursos para sobrellevar los desastres que le causa la naturaleza.Pero al final es la misma amenaza, el cambio climático provocado en gran parte por la contaminación, que obliga al mundo a actuar sin más dilaciones para impedir catástrofes mayores.