El vivo bobo

La alegría que generó que 91 familias recibieran las primeras casas gratuitas del Gobierno en Pradera se vio empañada por 13 oportunistas que teniendo vivienda propia lograron acceder al proyecto.El programa se diseñó pensando en la gente que realmente lo necesita como desplazados a causa de la violencia o que viven en la pobreza extrema. Y que algunos ambiciosos busquen hacer negocio a costa de la buena voluntad del Gobierno merece el rechazo de los colombianos. No obstante, hay que preguntarse cómo burlaron los controles del Departamento para la Prosperidad, Fonvivienda, la Secretaría para la Transparencia de la Presidencia y la Personería Municipal, encargados de hacer el filtro y la selección de los beneficiados.Afortunadamente el fraude se descubrió, pero hay que advertirle al Gobierno que los controles deben fortalecerse para evitar futuras trampas antes de que las casas sean entregadas.