El rescate de Sonso

La laguna de Sonso se ha negado a desaparecer pese a los envites que le han hecho los cambios del clima y en especial sus más agresivos depredadores: los humanos.Este humedal, el más grande del Valle, es importante como espejo natural de agua, vital para la regulación de las aguas lluvias y como hábitat de cientos de especies animales, entre ellas miles de aves migratorias que encuentran en esta laguna un refugio durante las temporadas de invierno en el continente.Por todo ello es una prioridad garantizar su recuperación total, luego de que centenares de hectáreas se hayan perdido en los años recientes por los extensos veranos y otras tantas se vieran afectadas por las intervenciones indebidas.Para lograr ese propósito sería una noticia positiva que la laguna Sonso se agregue a la lista Ramsar, como se llama la convención internacional de protección de los humedales en el mundo, vigente desde 1975 y de la cual hacen parte ya seis de estos ecosistemas colombianos.Más que un privilegio, hacer parte de esa lista obliga a la Nación a destinar los recursos necesarios así como adelantar las acciones que se requieran para recuperar y proteger un humedal que se encuentra en riesgo y que se considera patrimonio natural del mundo.Ojalá se hagan pronto las gestiones respectivas, como lo ha anunciado el Ministro del Medio Ambiente, y se ayude así a preservar una de las más importantes reservas naturales del Valle.