Desastre anunciado

La temporada de lluvias ha destapado algunos de los problemas más graves que padece Cali, que han sido ignorados sucesivamente por las administraciones del Municipio a pesar del riesgo que significan para la comunidad.El aguacero del domingo anterior provocó una estela de desastres y reveló, otra vez, que la ciudad no está suficientemente preparada para afrontar una emergencia.El desbordamiento del río Aguacatal, al oeste de la ciudad, dejó como saldo una persona muerta, una más desaparecida, tres viviendas arrasadas por el vendaval y otras 50 casas dañadas.Son las tragedias anunciadas por haber permitido durante años los asentamientos en zonas de alto riesgo y por no haber actuado con determinación en el momento oportuno.El invierno está lejos de terminar e incluso se anuncia con más fuerza. Habrá que rogar para que Cali no viva un nuevo desastre.