Desastre anunciado

Una tragedia anunciada es lo que viven hoy 72 familias de Buenaventura a las que la marejada se les llevó sus casas y pertenencias.Aunque no hubo pérdidas humanas que lamentar, los daños fueron un campanazo de alerta que no puede ignorarse.Ese es el peligro que se corre al permitir construcciones en zonas de alto riesgo, como aquellas que fueron afectadas por el intenso oleaje del fin de semana en los sectores de La Bocana y La Barra.Hoy hay 300 personas damnificadas, a las cuales se debe brindar el auxilio que requieren.Es una experiencia más para que se evite levantar construcciones que en sectores donde la naturaleza puede causar daños y tragedias irreparables.Así se evitará que se pongan en riesgo vidas humanas, además de los daños que ahora se registran en el Pacífico.