Aprender a celebrar

Los colombianos no aprenden que es posible celebrar con alegría sin llegar a los desmanes y a la violencia.O que no es necesario recurrir a la bebida y pasarse de tragos para demostrar que se está contento por algún acontecimiento.Por eso es difícil decir que el país celebró de forma sana la clasificación de la Selección Nacional al Mundial de Fútbol, cuando se presentaron 2.000 riñas causadas por quienes en apariencia disfrutaban del triunfo.Ese es el reflejo de los problemas de convivencia que en la mayoría de los casos causa la cultura del alcohol en Colombia, donde no se concibe ninguna celebración, conmemoración, demostración de felicidad, tristeza o despecho si no se acompaña con licor.De ahí la necesidad de enseñarle a la gente que se puede disfrutar sin tomar y es posible celebrar en paz, sin que se transforme en tragedia la alegría que produce el fútbol.