A cuidar lo nuestro

Como lo mostró la crónica de El País, manchados, con rayones, oxidados, sucios y deteriorados se encuentran casi todos los monumentos representativos de Cali.

Es triste que obras como el Gato de Tejada, la trompeta de la Plazoleta Jairo Varela, las esculturas del Parque de Los Poetas, Las Aves del Río, en el CAM, y el Monumento a María Mulata en la portada al mar, que son la cara de Cali, estén en tan malas condiciones.

Y que los responsables de su cuidado en la Administración Municipal aduzcan la falta de presupuesto para cumplir con una labor que se relaciona con el sentido de pertenencia de la ciudad.

Es difícil justificar que el Municipio, teniendo los recursos necesarios para evitar ese deterioro no disponga de lo necesario para conservar monumentos tan significativos para Cali y los caleños.

Los funcionarios de la Secretaría de Cultura de Cali, que son los responsables de cuidarlos y preservarlos, deben entender que mantenerlos en las mejores condiciones es definitivo para promover y conservar la autoestima de los ciudadanos y el interés por aportar a tener una ciudad en orden.

Por ello es inaceptable que se escuden en trámites burocráticos para explicar su deterioro y la no destinación de los recursos que se requieren para su mantenimiento.

Cali necesita que sus símbolos permanezcan vivos y no que el descuido de quienes deben resguardarlos acabe con ellos.