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¿Vuelta al pasado?

El caso demuestra los malos aires que le esperan a Rusia en el futuro inmediato. Algunos incluso se atreven a afirmar que esta retaliación recuerda las épocas del stalinismo, y no dejan que se olvide que Vladimir Puttin fue un destacado miembro de la desaparecida KGB, la tenebrosa policía política del régimen.

20 de agosto de 2012 Por:

El caso demuestra los malos aires que le esperan a Rusia en el futuro inmediato. Algunos incluso se atreven a afirmar que esta retaliación recuerda las épocas del stalinismo, y no dejan que se olvide que Vladimir Puttin fue un destacado miembro de la desaparecida KGB, la tenebrosa policía política del régimen.

Una protesta protagonizada por un grupo de músicas jóvenes, en el interior de uno de los templos sagrados de la Iglesia Ortodoxa, la Catedral de Cristo Salvador en el centro de Moscú, enardeció los ánimos de los creyentes y puso a prueba al gobierno de Vladimir Putin, lo mismo que al sistema judicial ruso.Las muchachas interpretaron la canción “Madre de Dios, echa a Putin”, en la que también acusan al Patriarca Kirill de la Iglesia Ortodoxa de “creer en Putin y no en Dios”. Con ello generaron un escándalo y llamaron la atención sobre la fuerte oposición que existe en Rusia al Gobierno, en especial entre los jóvenes. Desde el punto de vista de los efectos políticos buscados, la aventura resultó exitosa.Sin duda fue un acto insensato, que ofende la sensibilidad religiosa y que tiene el carácter de la profanación de un centro de culto. Pero el Gobierno y el aparato judicial reaccionaron en forma desmedida. En lugar de multarlas y obligarlas a pedir perdón a los fieles, fueron detenidas durante 5 meses y enjuiciadas en forma casi sumaria condenándolas a 2 años de cárcel.El caso demuestra los malos aires que le esperan a Rusia en el futuro inmediato. Algunos incluso se atreven a afirmar que esta retaliación recuerda las épocas del stalinismo, y no dejan que se olvide que Vladimir Puttin fue un destacado miembro de la desaparecida KGB, la tenebrosa policía política del régimen. De acuerdo con despachos internacionales las autoridades de la iglesia estuvieron entre los que más apoyaron la acción penal contra las jóvenes. A veces el juicio parecía una sesión de algún tipo de corte cuasi-religiosa. A los testigos se les preguntaba si eran miembros practicantes de la Iglesia Ortodoxa.Había dudas sobre la imparcialidad del juicio. Los abogados de la defensa se mostraron desesperados varias veces ante lo que veían como un sesgo del juez. Poco se les permitió interrogar a los testigos de la Fiscalía. A la mayoría de sus declarantes no se les permitió hablar. El juicio a veces se convertía en un enfrentamiento a gritos entre la abogada defensora Violetta Volkova y la juez Marina Syrova.El resultado fue que el gobierno de Puttin resultó duramente cuestionado, y el sistema de justicia ruso cargado de desprestigio a escala universal. Organizaciones de derechos humanos, dicen ahora que la manera en la que está reaccionando el Estado respalda las razones de las mujeres para protestar. Y la comunidad internacional se muestra sorprendida por la manera desproporcionada en que reaccionó el régimen del al parecer eterno presidente ruso.El destino de las chicas ha atraído la atención mundial. Celebridades del mundo del espectáculo como Sting y Red Hot Chilli Peppers, les han brindado apoyo durante sus visitas a Moscú en este verano. Y en la propia Rusia lo mismo que en las capitales europeas, grupos de jóvenes ocultos tras pasamontañas de colores, atuendo usado por la banda de las jóvenes condenadas, han salido a las calles condenando al Gobierno ruso.La perspectiva de que en Rusia se vuelva a las prácticas autoritarias del pasado no son ya una especulación, se volvieron realidad.

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