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Unidos por el Amazonas

"Así el Amazonas sea un patrimonio natural y ambiental del mundo, los primeros interesados en mantener vivo y funcionando al pulmón mayor del Planeta deben ser los países que comparten este territorio extenso pletórico de riquezas. Pero en ese empeño la comunidad internacional no puede dejarlos solos. Salvar el Amazonas para que siga cumpliendo con su parte en el arduo trabajo de salvar la vida del Planeta es una responsabilidad mundial".

7 de noviembre de 2015 Por:

"Así el Amazonas sea un patrimonio natural y ambiental del mundo, los primeros interesados en mantener vivo y funcionando al pulmón mayor del Planeta deben ser los países que comparten este territorio extenso pletórico de riquezas. Pero en ese empeño la comunidad internacional no puede dejarlos solos. Salvar el Amazonas para que siga cumpliendo con su parte en el arduo trabajo de salvar la vida del Planeta es una responsabilidad mundial".

Como el ejemplo comienza en casa, Colombia, Perú y Brasil se unen para trabajar por la recuperación del Amazonas que comparten. Una labor conjunta que deberá ser acogida y apoyada por el resto del mundo, cuya dependencia del mayor pulmón verde del Planeta es una realidad.Para entender el impacto que esta gran cuenca tiene en la sostenibilidad ambiental y el papel que juega en la posibilidad de revertir o aminorar los efectos del cambio climático, es necesario recordar lo que es el Amazonas. Se trata del bosque tropical más grande del mundo, que abarca 7,3 millones de kilómetros cuadrados, alberga el 20% de las fuentes de agua y hoy tiene la capacidad de absorber mil millones de toneladas de dióxido de carbono, uno de los gases de efecto invernadero que ha desencadenado el calentamiento global.La parte lamentable es que esa apenas es la mitad de la capacidad de absorción que tenía hace 30 años. Tal es la peor consecuencia de una deforestación sistemática que ha llevado a acabar 30.000 kilómetros cuadrados en promedio cada año, así como de la intensificación de las temperaturas ambientales y sus consecuentes sequías, que matan millones de árboles amazónicos. Como es un territorio extenso que no conoce de fronteras, las acciones conjuntas de las naciones que lo comparten son tan indispensables como las políticas de conservación y recuperación que aplique cada una en el pedazo que le corresponde.Aunque en tiempos recientes ha sido constante el trabajo coordinado entre organizaciones no gubernamentales de los ocho países que conforman la cuenca amazónica, con el apoyo de sus respectivos gobiernos, este es el primer programa regional que se emprende y cuenta ya con la participación de Colombia, Brasil y Perú. Comienza con un aporte de 600.000 millones de dólares destinados a proteger el 83% de los ecosistemas que alberga, apoyar los proyectos estatales de recuperación de bosques y ayudar a reducir sus propias emisiones de dióxido de carbono en 300 millones de toneladas para el año 2030.Así el Amazonas sea un patrimonio natural y ambiental del mundo, los primeros interesados en mantener vivo y funcionando al pulmón mayor del Planeta deben ser los países que comparten este territorio extenso pletórico de riquezas. Pero en ese empeño la comunidad internacional no puede dejarlos solos. Salvar el Amazonas para que siga cumpliendo con su parte en el arduo trabajo de salvar la vida del Planeta es una responsabilidad mundial.El proyecto liderado por los tres países será presentado en la Cumbre sobre el Cambio Climático que comienza al final de este mes en París. Además de buscar el apoyo en recursos y acompañamiento, indispensables para poder llevar a cero la deforestación en los próximos cinco años y emprender su recuperación, el objetivo es aún mayor: que con el ejemplo del amazonas, los 198 países reunidos en la cita comprendan la responsabilidad que tienen de hacer un compromiso real para reducir la emisión de gases de efecto invernadero.Sin ello, el Amazonas seguirá el camino de una muerte lenta y con él se arrastrará la vida misma del Planeta.

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