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Una mirada a la Feria

5 de enero de 2011 Por:

"En su versión número 53, la Feria de Cali consolidó el Salsódromo como el espectáculo más ordenado y visualmente más atractivo de los que se realizan en esta temporada".

Una Feria que generó 20.000 empleos directos y 85.000 indirectos, que en el desfile del Salsódromo congregó a 1.300.000 personas y que en la cabalgata logró reunir a un millón de espectadores deja un buen sabor para la ciudad y sus organizadores.En su versión número 53, la Feria de Cali consolidó el Salsódromo como el espectáculo más ordenado y visualmente más atractivo de los que se realizan en esta temporada. Y, lo mejor, desplazó como evento de apertura a la cabalgata que tantos dolores de cabeza ha dejado en versiones anteriores. 1.093 bailarines profesionales de las mejores escuelas de salsa de la capital del Valle, y junto a ellos cinco orquestas de trayectoria internacional, demostraron la riqueza cultural y artística de Cali y posicionaron al Salsódromo como espectáculo de gran factura al que vale la pena seguir apostándole en los próximos gobiernos.Otro evento que se destacó fue Ciudad Salsa, que superó todas las expectativas: gran afluencia de público y un uso apropiado a la antigua Industria de Licores. No puede quedar a un lado la recuperación del Festival de Orquestas, espectáculo que cerró la Feria y que dejó en claro que la salsa en la ciudad sigue viva, con decenas de grupos locales en producción permanente, que sólo esperan una oportunidad para despegar en la escena de la música comercial.Espacios como el Día del Pacífico y el Carnaval del Cali Viejo, que se vienen realizando desde hace varias ediciones, mostraron una vez más que estas expresiones culturales tradicionales no riñen con el espíritu rumbero de la Feria. Esta Fiesta de la Solidaridad, como la llamó el alcalde Jorge Iván Ospina, logró también movilizar a los asistentes a los diferentes espectáculos, quienes donaron 90 toneladas de alimentos no perecederos para los damnificados por las inundaciones. Un buen gesto que ahora debe materializarse con la entrega oportuna a los afectados por el invierno en el Valle del Cauca, porque es imprescindible priorizar las necesidades del departamento.Dos aspectos, sin embargo, empañaron la popular festividad. El manejo de la boletería gratuita para los diferentes eventos fue duramente cuestionado por la propia comunidad que no encontró facilidades para reclamar sus entradas. También hubo denuncias de cómo muchos avivatos se dedicaron a vender las boletas, bajo la mirada atónita de guardas cívicos y otras autoridades que debieron percatarse de lo que estaba sucediendo. La Alcaldía está llamada a afinar los mecanismos de entrega de estas boletas, pues no se justifica ese comercio ilegal en medio de una fiesta cívica ciudadana. También se registraron protestas destempladas de algunos artistas locales reclamando por supuestas preferencias a sus colegas extranjeros. Así como deben rechazarse los insultos, es necesario abrir más espacios para el talento de la región que con justicia se ha ganado el reconocimiento internacional. Siendo importante acoger los referentes musicales que desde Puerto Rico y Cuba enriquecieron la música latina, es equivocado desconocer que en Cali existen decenas de agrupaciones que por su calidad merecen una oportunidad para mostrarse en el máximo evento de fin de año en la ciudad.

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