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Soluciones para Buenaventura

"Buenaventura y Tumaco son de lejos la mejor oportunidad para desarrollarse, gracias a su posición privilegiada sobre el mar Pacífico. Pero, por absurdo que parezca, sus ventajas comparativas son explotadas de manera precaria y la ausencia del Estado ha impedido construir allí un desarrollo económico lo suficientemente vigoroso para resistir el embate de la miseria, el atraso, la corrupción y la criminalidad".

27 de abril de 2014 Por:

"Buenaventura y Tumaco son de lejos la mejor oportunidad para desarrollarse, gracias a su posición privilegiada sobre el mar Pacífico. Pero, por absurdo que parezca, sus ventajas comparativas son explotadas de manera precaria y la ausencia del Estado ha impedido construir allí un desarrollo económico lo suficientemente vigoroso para resistir el embate de la miseria, el atraso, la corrupción y la criminalidad".

Luego de varios aplazamientos, el pasado martes se realizó en el Congreso el debate sobre la situación de Buenaventura y las propuestas para resolver sus graves problemas. Pese a que de todos es conocido el origen de la crisis, la discusión debió centrarse de nuevo en los asuntos de seguridad, de criminalidad y de los esfuerzos que se hacen desde el Gobierno Nacional por combatir la delincuencia que azota a la ciudad.Ayer, El País publicó otro informe sobre la corrupción que afecta a la ciudad más importante sobre el Pacífico. En esta ocasión, la crónica se refirió en detalle al robo descarado que se ha cometido con el acueducto de Buenaventura, donde sus habitantes sólo disfrutan de agua potable durante cuatro horas al día, pese a que se han ‘invertido’ $130.000 millones en los últimos 12 años, y no obstante estar ubicada en uno de los sitios con mayor cantidad de ríos y de agua dulce del planeta. Allá existe un contrato nefasto que no ha podido ser liquidado, donde el contratista tiene todas las de ganar y los bonaverenses todas las de perder.Eso se llama corrupción. Y es uno de los grandes factores que explican el porqué del atraso de Buenaventura. Como ocurre con la educación, los recursos públicos dirigidos a resolver los problemas y ofrecer posibilidades de progreso terminan en manos distintas, de funcionarios, contratistas y campañas políticas para elegir o reelegir a los dueños del negocio. Una situación que tiene décadas, en la cual sólo se presentan relevos en sus beneficiarios. Pero la corrupción es la misma sin que las innumerables entidades de control hagan algo por detenerla. En el debate citado se hicieron presentes el Ministro de Defensa y algunos delegados del Gobierno Nacional para la descentralización. Pero no asistieron los Ministros de Hacienda, de Interior y de Justicia. Allí se habló de los resultados que se han alcanzado en materia de reducción de la violencia con la intervención masiva ordenada por el gobierno. También se hizo referencia a las soluciones sociales que se están ejecutando para apoyar las familias que padecen el drama de la pobreza. Pero no se hizo mención alguna de las acciones que deben iniciarse para atraer inversión y generar empleo en Buenaventura con algo más que los puertos.Es allí donde está el epicentro del problema, y donde no parece existir propuestas. Buenaventura y Tumaco son de lejos la mejor oportunidad para desarrollarse, gracias a su posición privilegiada sobre el mar Pacífico. Pero, por absurdo que parezca, sus ventajas comparativas son explotadas de manera precaria y la ausencia del Estado ha impedido construir allí un desarrollo económico lo suficientemente vigoroso para resistir el embate de la miseria, el atraso, la corrupción y la criminalidad. ¿Por qué no ha sido posible mirar a la Región Pacífica con ojos distintos a las soluciones remediales y a la estigmatización que obliga a pensar sólo en la presencia de la Fuerza Pública como solución? Allí está la clave de los problemas. Y mientras no se atienda, Buenaventura seguirá siendo el foco de la criminalidad que padecen sus 300.000 habitantes.

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