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Sociedad indisoluble

"En los bosques del país nace o se protege el 70% de las fuentes de agua del país. ¿Qué pasará si se continúa acabando con ellos a ritmo desenfrenado? ¿Qué sucederá con las 24 megatoneladas de emisiones de dióxido de carbono que produce la nación, más las 6 megatoneladas que llegan del resto del planeta, y que son absorbidas por los bosques colombianos?".

23 de marzo de 2013 Por:

"En los bosques del país nace o se protege el 70% de las fuentes de agua del país. ¿Qué pasará si se continúa acabando con ellos a ritmo desenfrenado? ¿Qué sucederá con las 24 megatoneladas de emisiones de dióxido de carbono que produce la nación, más las 6 megatoneladas que llegan del resto del planeta, y que son absorbidas por los bosques colombianos?".

Los bosques y el agua son una sociedad indisoluble, esencial para la sobrevivencia de la humanidad y que necesita de esfuerzos mancomunados para su protección. En un mundo que no comprende su deber de preservar el Planeta como su hogar, la destrucción de los recursos naturales avanza mientras los planes de protección no encuentran eco para frenar la devastación.Esta semana se celebraron el Día Internacional de los Bosques y el Día Mundial del Agua, promovidos por Naciones Unidas con el propósito de que los habitantes de la Tierra, impulsados por sus gobiernos y con el apoyo de ambientalistas y de quienes pueden liderar cambios, tomen conciencia de que los recursos se acabarán si no emprenden su recuperación y cuidado. Los problemas que enfrentan las reservas forestales están sobrediagnosticados, tanto como los efectos que tiene el agotamiento de las fuentes de agua y las consecuencias por el crecimiento acelerado de la población mundial. Se calcula que 800 millones de seres humanos no tienen hoy acceso al agua potable y está en duda cómo se abastecerá a 10.000 millones de personas –un 45% más de las que hay hoy- que habitarán el Planeta en 30 años.El ritmo al que se acaban los bosques hace prever que el desabastecimiento de agua aumentará cada año. En las zonas boscosas está el 80% de la biodiversidad del planeta y ellas solas absorben el 18% del dióxido de carbono emitido por combustibles fósiles como la gasolina, causa del calentamiento global. En Colombia, que posee una de las mayores reservas de bosques del mundo, se deforestan al año 336.581 hectáreas por la tala indiscriminada que ocasionan el narcotráfico, la actividad agropecuaria sin control, la explotación de madera o la minería.En los bosques del país nace o se protege el 70% de las fuentes de agua del país. ¿Qué pasará si se continúa acabando con ellos a ritmo desenfrenado? ¿Qué sucederá con las 24 megatoneladas de emisiones de dióxido de carbono que produce la nación, más las 6 megatoneladas que llegan del resto del planeta, y que son absorbidas por los bosques colombianos? Los efectos de su destrucción paulatina los verá todo el mundo y el número de 800 millones de personas que hoy padecen sed aumentará al ritmo acelerado con que se aniquilan las reservas forestales.Hay que reconocer los esfuerzos hechos desde diferentes frentes para que la humanidad asuma su responsabilidad en la conservación de los recursos naturales. Cada vez se educa más a las nuevas generaciones para que sean constructoras de oportunidades y protectoras de su hábitat. Los gobiernos, en general, destinan mayores recursos para el cuidado medioambiental y se involucra a todos los sectores de la sociedad para cumplir los propósitos. Pero quedan sinsabores cuando iniciativas como el Protocolo de Kyoto, para reducir la emisión de gases contaminantes, son rechazadas por los países más industrializados. O cuando no hay control sobre la minería ilegal en zonas protegidas, como sucede en Colombia. La ecuación es sencilla. Sin bosques no hay agua y sin agua no sobrevive la humanidad.

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