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Seguridad y convivencia

30 de diciembre de 2010 Por:

"...además de continuar el esfuerzo contra la guerrilla y las bandas criminales, la recuperación de la tranquilidad en las calles de los centros urbanos debe ser la prioridad en el empeño de darle seguridad a Colombia".

Con éxitos notorios logrados por la decisión de los gobiernos nacionales y el acompañamiento de los colombianos, la Fuerza Pública continúa el empeño de derrotar la violencia y el terrorismo, de combatir al narcotráfico y de imponer el acatamiento de la Ley en todo el territorio nacional. Sin embargo, aún son muchas las cosas por hacer, en especial en la seguridad de las ciudades y centros urbanos, que no se lograrán sin la decidida participación de los gobiernos locales.Lo más destacable en la dura brega de acabar con esas especies de repúblicas independientes que promueven organizaciones como las Farc, el ELN, los grupos paramilitares y los narcotraficantes, fue sin duda la Operación Sodoma con la cual las autoridades dieron de baja al jefe militar de la organización guerrillera más antigua sobre la tierra, el ‘Mono Jojoy’. Al lado de esa gesta estuvieron la operación Camaleón con la que rescataron a varios secuestrados y las acciones que acabaron enclaves importantes así como la desmovilización de miles de sus integrantes. Es una nueva demostración de los aciertos logrados por la Política de Seguridad Ciudadana, que también ha reducido en forma dramática las áreas sembradas de cultivos ilícitos y la producción de drogas. De otra parte, el decomiso de estupefacientes ha llegado a niveles históricos y las bandas de narcotraficantes han recibido golpes certeros en sus estructuras, además de la captura o muerte de sus cabecillas. Ayer no más, ‘Cuchillo’, uno de los más tenebrosos criminales y líder de una de las organizaciones que sucedieron a los grupos paramilitares fue dado de baja por la Policía Nacional en el departamento del Meta. Ha sido una lucha heroica de los soldados, aviadores, marinos y policías por defender al país de la violencia que en un momento amenazó su futuro. Y un resultado importante, que dio sus primeros pasos con el Plan Colombia y la transformación de las instituciones militares en épocas del presidente Andrés Pastrana, para ser consolidada y liderada con decisión que debe ser reconocida por el presidente Álvaro Uribe Vélez. Por eso, nuestro país es hoy distinto y aunque falta por hacer, la seguridad está entre las prioridades de cada colombiano.Pero la amenaza aún sigue y la inseguridad que se vive en las ciudades, causada por la delincuencia común, el llamado microtráfico y las organizaciones dedicadas a la explotación del delito, ha llegado a proporciones alarmantes. A lo cual contribuye la intolerancia que en ciudades como Cali causa muertos y heridos en riñas callejeras motivadas en el consumo incontrolado de alcohol. Pese a ello, aún es notoria la resistencia de las administraciones municipales a apoyar el esfuerzo de la Policía. Tan preocupante situación ha llevado al gobierno del presidente Juan Manuel Santos a crear una Consejería de Seguridad Ciudadana y Convivencia, demostración de la importancia que tiene el tema para la Nación. Por eso, y además de continuar el esfuerzo contra la guerrilla y las bandas criminales, la recuperación de la tranquilidad en las calles de los centros urbanos debe ser la prioridad en el empeño de darle seguridad a Colombia.

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