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Seguridad y Convivencia

"...el grueso del esfuerzo estará en la inversión masiva que deberá producirse para mejorar la educación y detener la enorme tendencia a la deserción escolar. Así mismo, en la generación de empleo y la creación de oportunidades de formación a través del Servicio Nacional de Aprendizaje, mientras se profundizan programas como el de Familias en Acción y los relacionados con la cultura de convivencia".

29 de febrero de 2012 Por:

"...el grueso del esfuerzo estará en la inversión masiva que deberá producirse para mejorar la educación y detener la enorme tendencia a la deserción escolar. Así mismo, en la generación de empleo y la creación de oportunidades de formación a través del Servicio Nacional de Aprendizaje, mientras se profundizan programas como el de Familias en Acción y los relacionados con la cultura de convivencia".

El pasado fin de semana fue presentado el compromiso del Gobierno Nacional y la Alcaldía Municipal para la convivencia y la seguridad de Cali. Además de una acción coordinada y sistemática para atender el principal reclamo de los caleños, el convenio es pionero en Colombia en un tema que involucra ante todo el compromiso integral del Estado para enfrentar el desafío de la violencia en los centros urbanos. Según el acuerdo impulsado por la Alta Consejería para la Convivencia y Seguridad Ciudadana y respaldado por el Presidente de la República y el Alcalde de Cali, la solución a la inseguridad que sienten los ciudadanos ya no sólo será un asunto de respuesta a la delincuencia ni será un asunto del resorte exclusivo de la Policía Metropolitana. Será ante todo una respuesta integral de la Nación y el Municipio para atender factores que superan el marco de la represión al delito para trascender aspectos educativos, culturales, de formación y trabajo para jóvenes. Por supuesto, la inversión en el fortalecimiento a la Policía y a los mecanismos para mejorar el control en la ciudad será reforzada a través de decisiones como el aumento de 820 policías y la creación de 131 cuadrantes adicionales. También, en el 2012 se aumentarán a $50.000 millones los recursos destinados a la Policía, además de destinar cerca de $13.000 millones en dotación de vehículos, así como $11.000 millones para instalar 200 cámaras de vigilancia en toda la ciudad. Así mismo la Justicia será fortalecida en la capital vallecaucana al destinar $3.000 millones para la construcción de una casa de Justicia en el sector de Alfonso López. Y llegarán también 30 fiscales especializados y 75 investigadores criminalísticos para reforzar la insuficiente estructura de los cuerpos de investigación, factor importante en el crecimiento de la impunidad y la consiguiente desmoralización que produce el tener que liberar delincuentes por la incapacidad de cumplir los requisitos de ley en su judicialización. Pero el grueso del esfuerzo estará en la inversión masiva que deberá producirse para mejorar la educación y detener la enorme tendencia a la deserción escolar. Así mismo, en la generación de empleo y la creación de oportunidades de formación a través del Servicio Nacional de Aprendizaje, mientras se profundizan programas como el de Familias en Acción y los relacionados con la cultura de convivencia. O en la tarea de revivir en los caleños el respeto por la ley como pilar de la concordia, en actividades tan cotidianas como el tránsito, la diversión o el respeto por el espacio público y los derechos de los demás a la tranquilidad. En el acuerdo logrado el pasado sábado puede verse entonces el propósito de devolverle a Cali la seguridad que tanto reclaman los caleños. Independiente del explicable afán por reducir los índices de delitos como el de homicidios, lo que aparece es la voluntad de enfocar el esfuerzo de todo el Estado hacia un objetivo, el de tener una ciudad donde además de perseguir el crimen, los presupuestos públicos y el esfuerzo de las autoridades se concentran en crear condiciones para la convivencia.

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