El pais
SUSCRÍBETE

Renovación caótica

Las inconsistencias, las demoras y la falta de claridad en la información hicieron imposible que la mayoría de colombianos cumpliera con la renovación de su licencia.

10 de enero de 2014 Por:

Las inconsistencias, las demoras y la falta de claridad en la información hicieron imposible que la mayoría de colombianos cumpliera con la renovación de su licencia.

El caos que se ha desatado en el país por la renovación de las licencias de conducción demuestra el nivel de improvisación con que se adoptó la medida. Las inconsistencias, las demoras y la falta de claridad en la información hicieron imposible que la mayoría de colombianos cumpliera con su obligación antes del 31 de enero próximo y no quedó opción distinta a ampliar los plazos y adoptar un ‘pico y placa’ para la expedición del nuevo pase a partir de febrero. Aún están por establecerse las responsabilidades que llevaron a este desorden.Con el decreto 019 del 2012 se definieron las vigencias de las licencias de conducción y se ordenó su cambio, un proceso que comenzó el 15 de julio del 2013 en medio de polémicas, tales como si se debía cobrar o no por la renovación, lo que aún es tema de debate jurídico. Tampoco se hizo claridad desde un principio sobre las fechas límites para realizar el trámite, ni se tuvo en cuenta que el Registro Único Nacional de Transporte, Runt, cinco años después de entrar en funcionamiento, sigue presentando problemas que se hicieron evidentes en este proceso.En todo el país faltan dos millones de pases por renovarse. En Cali de las 200.000 licencias que se deben actualizar siguen sin tramitarse 100.000, y la capacidad de los 14 Centros de Reconocimiento para Conductores, donde se realiza el examen médico, que es el primer paso para la sustitución del documento, apenas permite atender 20.000 casos al mes, como máximo. En teoría todo el proceso debería durar no más de 50 minutos, pero quienes logran conseguir el cupo pueden demorarse hasta seis horas. ¿Dónde está el cuello de botella? De nuevo la causa del galimatías en que se convirtió el cambio del pase es el Runt, un sistema que nació con problemas desde que comenzó a funcionar el 1 de enero del 2009. Ahora quedó demostrado que las deficiencias permanecen y no se cuenta con la solvencia técnica que demanda un registro por el que deben pasar todos los trámites de Tránsito y en el que los ciudadanos deben inscribirse.El primer responsable del desorden que hoy se padece en todo el país para renovar la licencia es el Estado, que debió prever los inconvenientes, garantizar la eficiencia del Runt desde hace años y establecer plazos prudentes para facilitarles a los colombianos su deber. La sensación que queda hoy es que se trató de una medida fiscalista, que buscaba como único beneficio obtener para el Gobierno unos ingresos económicos en el corto plazo.Los inconvenientes que se presentan con la sustitución de los pases de conducción aún siguen sin resolverse. Por eso, el Ministerio de Transporte se vio obligado a anunciar, hace dos días, la ampliación del plazo más allá de enero y buscar mecanismos como el del ‘pico y placa’, de acuerdo con los dos últimos dígitos de la cédula, para tratar de agilizar el trámite. La pregunta es si la historia se repetirá cada año para los mayores de 60 años y cada tres años para los conductores de servicio público que, según la legislación vigente, deben renovar sus licencias en esos plazos.

AHORA EN Editorial