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Relevo oportuno

"Puede afirmarse, entonces, que la Fuerza Pública ha continuado comprometida en la defensa de la tranquilidad de los colombianos y el mantenimiento de la confianza tan necesaria para generar progreso".

1 de septiembre de 2011 Por:

"Puede afirmarse, entonces, que la Fuerza Pública ha continuado comprometida en la defensa de la tranquilidad de los colombianos y el mantenimiento de la confianza tan necesaria para generar progreso".

Con la designación de Juan Carlos Pinzón como nuevo Ministro de la Defensa, el presidente Juan Manuel Santos da un timonazo que responde a la inquietud creciente sobre el deterioro de la seguridad y el incremento de las acciones de grupos armados como las Farc, el ELN o las Bandas Criminales. La decisión también es la oportunidad para evitar que un asunto tan sensible no sea usado como instrumento para dividir a la Nación. Es claro que en el primer año del gobierno Santos y no obstante las divergencias que se han presentado en el campo de la política, muy poco ha cambiado en las instituciones militares y de policía o en los derroteros definidos en la Seguridad Democrática que creó el gobierno del expresidente Álvaro Uribe, empezando porque su sucesor fue su Ministro de Defensa. Con pocas modificaciones, producidas por los movimientos habituales, las personas encargadas de dirigir esas instituciones son las mismas. Puede afirmarse, entonces, que la Fuerza Pública ha continuado comprometida en la defensa de la tranquilidad de los colombianos y el mantenimiento de la confianza tan necesaria para generar progreso. Y aunque se escuchen voces de alerta, en muchos casos justificadas, los colombianos son conscientes de que no existe una crisis como las que algunos sectores se empeñan en difundir. Lo que sí ha variado es la estrategia de los grupos armados que siguen empeñados en azotar a la Nación con el terrorismo y el crimen. Ya se sabe del regreso de las Farc a las modalidades guerrilleras del ataque artero en pequeña escala, con mortíferos resultados en muchas ocasiones, y se conoce el crecimiento de casos de secuestro o extorsiones en el campo. De otra parte, la seguridad en los centros urbanos ha experimentado cambios de importancia que obligan a tomar decisiones para contener la delincuencia común. Esas realidades han generado críticas sobre la forma en que se está dirigiendo la política de seguridad, algunas con inocultable sesgo partidista. Lo que no ha sido obstáculo para que el presidente Santos reconozca los problemas, tome la decisión de relevar al Ministro de la cartera más sensible y nombre en ella a una persona que además de ser de su entera confianza tenga los atributos y los conocimientos del doctor Pinzón. En efecto, el nuevo Ministro es el Secretario General de la Presidencia de la República y acompañó al presidente Santos como su viceministro en la cartera que entrará a desempeñar. Además de sus acreditaciones académicas, es conocida su relación con el estamento militar, donde goza de gran acogida según los conocedores del tema. Parece ser, entonces, la persona indicada para continuar la labor de garantizar la seguridad de los colombianos.Hay, pues, un cambio de fondo en el Ministerio de Defensa. Ahora se trata de adecuar las instituciones a los desafíos planteados por el cambio de estrategia de las Farc y los grupos criminales. Es el momento para dejar atrás las intenciones de usar la seguridad como bandera partidista y la oportunidad para ratificar el compromiso de todos los colombianos en mantenerla como principio irrenunciable para tener una sociedad libre, progresista y en paz.

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