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Relaciones necesarias

"Es el momento para buscar socios que entiendan las circunstancias de Colombia y estén dispuestos a realizar negocios de beneficio mutuo, sin que ellos dependan de las diferencias partidistas y las consideraciones oportunistas. Por eso, el viaje del presidente Santos a Japón y Corea es una oportunidad para asegurar nuevos y buenos amigos".

13 de septiembre de 2011 Por:

"Es el momento para buscar socios que entiendan las circunstancias de Colombia y estén dispuestos a realizar negocios de beneficio mutuo, sin que ellos dependan de las diferencias partidistas y las consideraciones oportunistas. Por eso, el viaje del presidente Santos a Japón y Corea es una oportunidad para asegurar nuevos y buenos amigos".

Ante la importancia estratégica que para el mundo del Siglo XXI tiene el Asia, el viaje del presidente Juan Manuel Santos a Japón y Corea no debe tomarse como una atención de cortesía de aquellas llenas de protocolos y fórmulas diplomáticas. Esa visita es ante todo la búsqueda de posibilidades que ofrece el poder vincularse con las economías y los países que marcan la pauta en la economía mundial. Desde su recuperación de la ruina que le dejó la Segunda Guerra Mundial, Japón puede calificarse como uno de los milagros más impresionantes de la historia. Hoy, no obstante la aparición de grandes competidores que imitan su modelo de desarrollo, su economía es la tercera en el planeta. Y sigue siendo o de los países más fuertes en términos de producción y tecnología a pesar de los desastres que en meses recientes les causó un terremoto y el subsiguiente tsunami, cuyas secuelas aún no terminan. Algo parecido puede decirse de Corea del Sur. De una guerra cruel que destrozó el país y dejó a su pueblo en la postración, la nación coreana se levantó a niveles tales que hoy es una de las grandes potencias tecnológicas sobre la tierra y uno de los grandes competidores en los mercados internacionales de productos industriales. Es un país que renació con base en el esfuerzo, la educación y la abnegación, hasta ganarse un puesto de respeto en el concierto mundial. Esos dos países son los que visitará nuestro presidente en la presente semana. Y lo hará para hablar de negocios. Para buscar en primer lugar su respaldo a objeto de que Colombia sea incluida en el foro de Cooperación Económica del Asia Pacífico (Apec), que se reunirá el 12 y 13 de noviembre próximos. Es el club del futuro donde están las más grandes economías y del cual fue excluido nuestro país y desde hace algún tiempo hacemos esfuerzos para ser admitidos. Pero el viaje también tiene como objeto encontrar la forma de lograr la concreción de los tratados de libre comercio necesarios para asegurar mercados en el mundo actual. Por supuesto, en Colombia existen temores en los sectores en los cuales los dos países orientales tienen ventajas, lo que podría desencadenar una competencia peligrosa para nuestra industria. Pero también es cierto que el nuestro tiene mucho que ofrecer en materia agrícola, de materias primas y de servicios, sin desconocer la oportunidad de plantear alianzas para que coreanos y japoneses inviertan en nuestro país y puedan aprovechar las ventajas geoestratégicas que ofrece. Hay pues mucho de que conversar. Y debe hacerse ahora, cuando las dificultades aparecen en Europa y los Estados Unidos persisten en alargar su aprobación al TLC que fue firmado hace ya seis años y el cual todavía está en veremos. Es el momento para buscar socios que entiendan las circunstancias de Colombia y estén dispuestos a realizar negocios de beneficio mutuo, sin que ellos dependan de las diferencias partidistas y las consideraciones oportunistas. Por eso, el viaje del presidente Santos a Japón y Corea es una oportunidad para asegurar nuevos y buenos amigos.

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