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Preparando Elecciones

21 de junio de 2010 Por:

El próximo septiembre se realizarán las elecciones parlamentarias en Venezuela y ya se sabe lo que va a ocurrir. Será el esfuerzo del régimen chavista por mantener a como de lugar su hegemonía y preparar la estrafalaria aspiración de Hugo Chávez de perpetuarse en el poder.Mientras la comida se pudre en manos de funcionarios venales, y en otra muestra de su descontrol y su persecución a los empresarios, Chávez la emprendió contra el grupo Polar, que manufactura la cerveza más popular de Venezuela; el absurdo lo demuestra su amenaza de cerrar la fábrica con el argumento de que “Polar no produce nada que realmente valga la pena” y sería mejor convertirla en una fábrica de helado, pues “la cerveza y el cigarrillo son armas del capitalismo para embrutecer al pueblo”.Desde luego, Chávez recibió un duro mentís de la industria cervecera venezolana. Y más duro aún, un enorme rechazo popular a la abusiva medida. Después, viéndose acorralado por las reacciones, y en lo que puede considerarse un anuncio de cómo serán las votaciones en las elecciones próximas, Chávez la emprendió contra Globovisión, la cadena televisiva opositora, dedicándose a elaborar expedientes judiciales contra sus principales accionistas.Así lo ha hecho al lograr que la Justicia venezolana ordene detener a Guillermo Zuloaga, padre e hijo, accionistas mayoritarios de ese medio de comunicación, lo mismo que al intervenir el Banco Federal, de propiedad de Nelson Mezerhane, otro accionista del canal. Parte de lo grotesco del asunto radica en que la persecución contra estos ciudadanos fue vociferada por el propio Presidente venezolano en los medios de comunicación oficiales y las autoridades judiciales procedieron mansamente a cumplir sus órdenes, demostrando de nuevo que la separación de poderes no existe en Venezuela.Tales atropellos han recibido la condena de las organizaciones internacionales que defienden las libertades democráticas. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos resaltó como problemas de Venezuela “la intolerancia política, la falta de independencia de los poderes públicos, las restricciones a la libertad de expresión y a la protesta pacífica, el aumento de la violencia y la impunidad judicial”. Lo cierto es que el chavismo no las tiene todas consigo y sus últimas medidas restrictivas de la libertad de expresión han sido claramente identificadas, dentro y fuera del país, como un intento desesperado para acallar a los medios y con el fin de garantizarle al oficialismo el silencio sobre su corrupción.Así que en el mes de junio Hugo Chávez logró concitar en su contra la opinión popular mediante sus atropellos a la industria y la propiedad privada y su persecución a los propietarios de Globovisión, que busca neutralizarlo hasta que pueda dar el zarpazo y apoderarse de él. Son pasos hacia el comunismo rampante que destruye a Venezuela y pretende silenciar cualquier voz que denuncie, o siquiera proteste.Es un hecho: mientras se acercan la elecciones parlamentarias de septiembre, más atropellos del chavismo contra las libertades de empresa y de expresión tendremos que presenciar.

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