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Por buen camino

La cifra de 1288 personas asesinadas en los últimos doce meses en la capital del Valle no es ni mucho menos halagadora. Pero sí significa que el año anterior fue el menos violento en dos décadas y que hubo un 6,5% menos de homicidios con respecto al 2015.

3 de enero de 2017 Por:

La cifra de 1288 personas asesinadas en los últimos doce meses en la capital del Valle no es ni mucho menos halagadora. Pero sí significa que el año anterior fue el menos violento en dos décadas y que hubo un 6,5% menos de homicidios con respecto al 2015.

Las acciones y los esfuerzos por erradicar la violencia y devolverle la seguridad a Cali rindieron sus frutos en el 2016. La ciudad parece transitar por el camino correcto para brindar la tranquilidad que demandan los caleños, así como para recuperar la convivencia ciudadana.La cifra de 1288 personas asesinadas en los últimos doce meses en la capital del Valle no es ni mucho menos halagadora. Pero sí significa que el año anterior fue el menos violento en dos décadas y que hubo un 6,5% menos de homicidios con respecto al 2015. Esa disminución también se produjo en una menor cantidad de hurtos así como en menos muertos y lesionados en accidentes de tránsito.Los resultados dados a conocer responden a la continuidad en los esfuerzos de las autoridades locales para intervenir los sectores más afectados por la violencia y perseguir tanto al crimen organizado como a la delincuencia común. Programas como el Plan de Tratamiento a Pandillas, liderado por la Policía Metropolitana y la Alcaldía, empiezan a mostrar su efectividad al marcarse una disminución del 50% en el número de asesinatos entre miembros de esas bandas.Si bien es en los sectores de mayor marginalidad de la ciudad en los que la violencia se manifiesta de manera más marcada, en ellos también se empieza a responder a los planes emprendidos para mejorar la convivencia entre sus ciudadanos y para brindar oportunidades de progreso a sus habitantes. Sin embargo, el microtráfico sigue siendo un enemigo poderoso de la tranquilidad, generador de luchas territoriales, de venganzas y detonador del crimen, en especial en los lugares de expendio, aunque sus redes se extienden a toda la ciudad y son una amenaza constante para la sociedad caleña.Frente a ello se debe reconocer la acción sistemática de la Policía Metropolitana para combatir las estructuras delincuenciales. En el año que terminó se desmantelaron 166 bandas criminales, de las cuales 33 estaban dedicadas a ajustes de cuentas y a cometer asesinatos, varias de ellas con centro de operación en los alrededores de la galería de Santa Helena donde la Fuerza Pública realizó durante el 2016 una serie de intervenciones con resultados positivos.Por su parte el Plan Cuadrante de la Policía, la colaboración ciudadana y las inversiones en tecnología para la seguridad siguen dando resultados en la lucha contra la delincuencia común, gracias a lo cual el número de hurtos a casas, bancos, carros y comercio disminuyó el año anterior en la ciudad. La comunidad aún demanda una mayor cercanía de la Fuerza Pública, así como en general se mantiene la percepción de inseguridad, dos frentes sobre los que las autoridades deberán trabajar en este nuevo año.Estos resultados le permiten a Cali mirar el 2017 con optimismo, aunque sin triunfalismos. La tendencia a disminuir los índices de violencia y criminalidad se debe mantener, para lo cual es indispensable reforzar los programas así como las acciones que permitan combatir la delincuencia común, acabar con las organizaciones criminales y abrir paso a la convivencia pacífica en la capital de la alegría.

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