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Popayán y sus tradiciones

"Nada, ni el empeño de quienes han querido apoderarse por la fuerza de esas tierras caucanas para satisfacer sus intereses o amedrentar a su población que no se rinde, ha cambiado ni cambiará lo que significa la Semana Santa de Popayán. Y ahí deben acompañarla los colombianos y quienes llegan desde afuera, en especial en esta época que tiene un significado especial de vida y reconciliación para el mundo cristiano".

15 de abril de 2014 Por:

"Nada, ni el empeño de quienes han querido apoderarse por la fuerza de esas tierras caucanas para satisfacer sus intereses o amedrentar a su población que no se rinde, ha cambiado ni cambiará lo que significa la Semana Santa de Popayán. Y ahí deben acompañarla los colombianos y quienes llegan desde afuera, en especial en esta época que tiene un significado especial de vida y reconciliación para el mundo cristiano".

Popayán tiene un significado especial para Colombia durante esta época de Semana Santa. En ella se reúne la tradición religiosa del país y se revive la riqueza de su cultura y su historia, que la han llevado a ser patrimonio inmaterial de la humanidad.Acompañarla en estos días de procesiones y celebración es reconocer la importancia que tienen la capital del Cauca y ese departamento para la Nación. Es también una muestra de solidaridad con una región que merece vivir con tranquilidad mientras les abre sus puertas a quienes desean conocer sus tradiciones centenarias, su riqueza cultural así como la belleza de su entorno.En esta Semana Mayor se revive una celebración que comenzó hace 458 años, cuando en su labor de evangelización los conquistadores y misioneros recrearon la costumbre española de las procesiones como una forma de atraer a los indígenas de la zona. Con el paso de los siglos Popayán se convirtió en una ciudad próspera, centro económico del suroccidente del país luego de la Independencia y referente nacional de la Semana Santa hasta llegar a convertirse en patrimonio cultural para el mundo.Esta es una época de reencuentro espiritual para los habitantes de la llamada Ciudad Blanca, así como para reafirmar el orgullo que sienten por su tierra y por esa herencia que convoca a toda una ciudad, sin distinción alguna, alrededor de la Semana Santa. Ahí están por estos días los cargueros que con estoicismo llevan en andas esas imágenes que llegan a pesar media tonelada, y que sueñan con heredar a sus hijos, como lo hicieron con ellos, el honor de acompañar la procesión. Son las sahumadoras que anteceden cada paso, jóvenes mujeres que anhelan ser las elegidas por esa sola vez en su vida para llevar el incienso encendido.Y son los miles de payaneses que en silencio y apostados a lado y lado de las calles acompañan por horas el desfile, convencidos de que por donde pasa la procesión se esparcen bendiciones y prosperidad. Junto a ellos cada año llegan los visitantes, nacionales y extranjeros, algunos por única vez, otros asiduos turistas para quienes no hay mejor celebración de la Semana Mayor que la que se vive en la capital caucana.Nada, ni el empeño de quienes han querido apoderarse por la fuerza de esas tierras caucanas para satisfacer sus intereses o amedrentar a su población que no se rinde, ha cambiado ni cambiará lo que significa la Semana Santa de Popayán. Y ahí deben acompañarla los colombianos y quienes llegan desde afuera, en especial en esta época que tiene un significado especial de vida y reconciliación para el mundo cristiano.Popayán tiene sus puertas abiertas para recibir, con seguridad y afecto, a quienes quieran vivir de cerca la historia, la cultura y las costumbres religiosas de un pueblo que mantiene inquebrantable su fe. Ir a Popayán y unirse a la majestuosidad de sus procesiones, de su festival de música sacra, disfrutar de su gastronomía y recorrer sus calles empedradas con sus casas blancas apostadas a lado y lado es decirles al Cauca y a su capital que Colombia está orgullosa de ellos y se mantiene a su lado.

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