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Paraguay, en la mira

"Sin duda el auge de las tendencias democráticas en el subcontinente ha contribuido para que ya no sean fácilmente aceptadas las intentonas cuartelarias, como era usual en el pasado. De allí las ‘formas blandas’ en las que se parece respetar el procedimiento democrático".

9 de julio de 2012 Por:

"Sin duda el auge de las tendencias democráticas en el subcontinente ha contribuido para que ya no sean fácilmente aceptadas las intentonas cuartelarias, como era usual en el pasado. De allí las ‘formas blandas’ en las que se parece respetar el procedimiento democrático".

La fulminante destitución del presidente Lugo en Paraguay sigue provocando controversias. Pero más deben producir la intervención descarada de Venezuela y las maniobras de los miembros del Mercosur.La opinión mayoritaria considera una especie de ‘golpe blando’ la destitución, pues aunque aplicó disposiciones constitucionales, el Congreso paraguayo realizó un procedimiento sumario que negó la posibilidad de defensa al Presidente. La propia acusación parece temeraria, pues se le adjudicó responsabilidad por hechos que culminaron en enfrentamientos violentos en un proceso de recuperación de tierras en un remoto rincón del país. En realidad fue un juicio en el que el veredicto estaba tomado de antemano para arrebatarle el poder.De alguna manera los sucesos de Paraguay representan a las tendencias políticas surgidas en el subcontinente después del llamado ‘Consenso de Washington’ con el que la ideología neoliberal se impuso en la mayoría de las naciones, luego del interregno de las dictaduras militares. Este modelo económico produjo un empobrecimiento de sectores medios y el agravamiento de la desigualdad, lo que ha favorecido el auge de gobernantes populistas, con un discurso crítico contra Estados Unidos y en contra de las élites locales. Buena parte de América ha visto esta realidad, patentizada en Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Nicaragua, Honduras, Ecuador y Perú, lo mismo que en las crecientes tendencias izquierdistas en México. Y explican la llegada del obispo Lugo al poder en Paraguay.Pero toda acción conlleva su reacción, por lo que sectores sociales y políticos desplazados han dado pasos para recuperar su influencia y privilegios. Casos como los de Ecuador, Haití, Venezuela, Honduras y ahora Paraguay, se enmarcan dentro de esa corriente. Aunque no todos los intentos han sido victoriosos pues mucho va del derrocamiento de Jamid Mahuad en Ecuador al ensayo de golpe contra Chávez en Venezuela, las fuerzas políticas involucradas se asemejan en sus demandas.Sin duda el auge de las tendencias democráticas en el subcontinente ha contribuido para que ya no sean fácilmente aceptadas las intentonas cuartelarias, como era usual en el pasado. De allí las ‘formas blandas’ en las que se parece respetar el procedimiento democrático.Y han surgido también otras formas de intervención, donde los gobiernos populistas aprovechan estos insucesos para sacar ventajas. Así lo hizo Venezuela, cuando, además de amenazar con cortar el suministro de petróleo, su canciller Nicolás Maduro se reunión con los cuerpos militares paraguayos para arengarlos a que se rebelaran contra la destitución de Lugo. Así lo comprueba el video que muestra a Maduro entrando y saliendo de la reunión.Y resulta lamentable que los integrantes de Mercosur aprovecharan para suspender a Paraguay y aprobar el ingreso de Venezuela a esa comunidad pasando por encima de su oposición. Fue un oportunismo rampante de los miembros del Alba y una intervención indebida en asuntos internos del Paraguay, encabezada por nuestros vecinos. Eso no puede ser aceptado por las democracias latinoamericanas. ¿Que dirá nuestra ilustre Canciller?

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